Anabella del Milagro Veleizán es alumna del tercer año de la carrera de Ciencias de la Comunicación. Distribuye su tiempo entre los libros, las amistades y los ritmos latinos, actividades fundamentales en su vida.
Por Lourdes Rasgido Brown
“Ani” como es conocida por sus amigos y familiares tiene 20 años y vive entre rutinas de baile. Comenzó sus estudios universitarios en el año 2014 y actualmente se encuentra cursando el tercer año de su carrera en la Universidad Nacional de Salta. Una de sus pasiones es el periodismo por eso estudia esta carrera. Pero también descubrió en lo que va del cursado que lo suyo no sólo pasa por el mundo de lo periodístico sino también con lo relacionado a lo audiovisual. “Actualmente estoy cursando televisión, creo que eso es lo que me gusta: los medios, armar notas, flash informativos, etc.”, comentó la estudiante.
Pasan los años y esa niña de secundario parece alejarse cada vez más, porque el mundo universitario y todo lo que lo rodea la va transformando. Anabella cuenta que en ésta etapa adquirió más responsabilidades y para ella es un mundo diferente en donde se encontró de todo. “Todos los días se aprende algo nuevo. Ya no existe una sola mirada, sino que el mundo gráfico y visual engloba una gama de diversos factores sociales” asegura.
“Ani” también se destaca como bailarina, es como su cable a tierra, sostiene. Para ella es una forma de desarrollarse tanto física como mentalmente, “es un escape que tengo de la realidad, un lugar donde comparto con personas la misma pasión por algo que nos gusta”. Entre lentejuelas, brillo y purpurina saborea a más no poder este hobby que descubrió de niña. Si bien sus comienzos fueron las danzas folklóricas, hoy en día los ritmos latinos son lo que más le apasiona “quiero bailar hasta que mi cuerpo diga basta” expresa fervientemente. Actualmente se desempeña en la Academia Fuxión Latina.
La amistad, el compromiso y la diversión se unen en un mismo espacio, ada ensayo es especial. Anabella no sólo disfruta del baile por lo que produce en su cuerpo, sino también todo lo que se deriva de él, los amigos, el aprendizaje, la técnica; para ella el mostrar en un escenario todo lo que es capaz de hacer junto a sus compañeros es algo muy gratificante. Así es como busca conseguir un equilibrio constante entre sus estudios universitarios y algo que logra llevarla a otro mundo como es el baile. Aunque puede disfrutar de lo artístico sólo los fines de semana no significa que sea menos importante. “En estos últimos dos años, la danza ocupa un lugar más pequeño en mi vida puesto que con los estudios el tiempo se me acorta y sólo ensayo los fines de semana dos horas por día”, dice Anabella Veleizán.
Sobrellevar la universidad y lo artístico en tiempos de cursado es uno de los deseos a cumplir de Ani porque la danza es para ella una manera de desestresarse y olvidarse por un momento de sus responsabilidades; quizás sea difícil pero no imposible, opina. “La rutina es muy activa; la familia, el novio, el estudio, la danza y los amigos son lo más importante de mi vida”, cuenta. Pero, para la joven todo se puede lograr cuando uno se siente acompañado y más si ese acompañamiento viene de las personas que más apreciamos como los amigos y la familia, sostiene.
Presentaciones por un lado y finales de materias por otro, forman parte de la vida de “Ani” quien busca constantemente darle el espacio necesario que cada cual se merece para “disfrutar así de cada oportunidad que la vida nos regala”.
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