Entrevistas en Video

Mostrando entradas con la etiqueta Arte y Comunicación. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Arte y Comunicación. Mostrar todas las entradas

viernes, 2 de diciembre de 2016

“TODO ESFUERZO AL FINAL SIEMPRE TRAE RECOMPENSA”

Una caricia al alma de la precisión y liberación.

Valentina López Mariscal viene de la provincia vecina de Tucumán y tiene 25 años de edad. Practica y trabaja una disciplina compuesta por una secuencia de movimientos etéreos que parecen no tener fin y son volátiles en el tiempo. Pararse en puntitas de pie, es lo que hace que este efecto se logre . 

Por Sebastián Firme 

“Valen” como la llaman sus amigos es estudiante de la carrera de Ciencias de la Comunicación. Siempre le interesó las ciencias humanas y esta carrera fue la oportunidad para abrirle la cabeza. “Es una carrera en la que necesitas estar al tanto de todo”, manifestó  Valentina. Hasta el momento rescata el aprender cosas nuevas, de cómo funcionan los medios realmente y la relación, desde otra perspectiva, con las personas para acceder a información nueva.
Entre las nueve materias del primer año, le gustó investigación periodística y fotografía. “Porque uno es libre de captar lo que le parece importante y de esta forma transmitir, lo mas fiel posible la información recabada”, fundamentó la estudiante. 
Si bien está cursando el primer año de la carrera, siempre se necesita un poco de dispersión, de hacer algo extra, de poner la cabeza en otro lado, es así como Valen forma parte del Ballet Clásico de la Provincia. 

Empezó a los 4 años de edad, pero de forma profesional, hace 10 años. Durante la entrevista afirma que al bailar se siente libre, “algo así como estar enamorado y flotar en el aire, suena cursi, pero es cierto”, agregó la bailarina. En realidad, cuenta que es muy difícil explicar con palabras la pasión que uno siente cuando está en el escenario. Hay un encuentro de emociones y sensaciones, el pecho lleno de orgullo y alegría. Hoy en día tiene la dicha de trabajar de eso, y lo practica de forma profesional en el ballet de la provincia.
Como toda bailarina ha participado y ganado varios premios y menciones. Por ejemplo el CIAD y en cuanto  a eventos públicos, su debut fue a los 5 años de forma amateur, y a los 15 de forma profesional. A modo de experiencia confiesa a BoletinCom que en sus inicios no era consciente de lo que significaba presentarse y competir. Para ella era una presentación más. Pero cuando recibió la medalla de oro, “ahí caí en la cuenta de lo que estaba sucediendo. Fue una experiencia increíble que me sirvió para seguir trabajando y poniéndole garra a la danza”.
Le pone tanto esfuerzo y dedicación que sobrellevar su primer cursado en la Universidad fue muy complicado, agobiante y agotador. Entre ensayos, trabajos prácticos y parciales, vivir sola, realizar y atender las tareas de su casa, la bailarina sentía que no tenia tiempo ni de respirar. Sin embargo se las ingenio para poder culminar el año. 
La danza clásica es su prioridad de vida, y la define como un cable a tierra, “y sin ella me deprimiría, supongo”. Le enseñó que la vida es muy corta, que hay que vivir, respirar  y sentir cada instante. Todo esfuerzo al final siempre trae recompensa”, reveló a Boletincom. 
La bailarina cuenta con el apoyo de su familia. Pues en su casa todos son artistas. No cuenta con experiencias todavía en los medios de comunicación, pero le gustaría trabajar en radio, o ser fotógrafa de algún medio gráfico.

miércoles, 26 de octubre de 2016

“ME ENSEÑÓ A NO TENER MIEDO A LAS ALTURAS Y A TENER CONFIANZA EN MI”

Más que un deporte, una pasión

Gisel Nataly Neri es estudiante de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación. No se desempeña en ningún medio todavía, pero le gustaría comenzar a trabajar en una revista como editora o en una radio. Para este ciclo lectivo espera poder finalizar la mayor cantidad de materias.

Por Sebastián Firme

“Naty” como la llaman sus compañeros, ingresó en 2015 y eligió la carrera por las diferentes maneras de ver la comunicación. Asegura que le gusta mucho la parte de prensa y ediciones. Y entre las materias del plan de estudios, destaca Fotografía, Radio e Introducción a la Investigación Periodística y al Periodismo de Opinión.

Actualmente se encuentra cursando el segundo año de la carrera y cuenta íntimamente a Boletincom que no está de acuerdo con que los profesores dicten sus clases de acuerdo a su orientación política y recomienda que los profesores sean más parciales a la hora de realizar trabajos.

Como toda estudiante que tiene parciales, trabajos prácticos, finales, en fin estudiar y estudiar, Naty necesita un respiro y salir de la rutina universitaria. Para ello comenzó a bailar y hacer una actividad interesante la que muy pocas se animan, Poledance. Para ella se trata de una de las actividades más completas y saludables porque permite desarrollar fuerza, flexibilidad y además ayuda a perder calorías. Hace dos años que Naty practica este deporte, y recuerda que la llevó una amiga que quería saber de qué se trataba. Y llegaron al estudio Pink Pole con el profesor y Director Claudio Leal y su Staff.

Nos cuenta además que para “bailar” en el caño utilizan el pop en inglés y las músicas más lentas como para una coreografía de adagio. Se suelen realizar con las canciones más conocidas. “Con esta actividad siento que me distraigo y relajo porque me gusta aprender cosas nuevas y con flexibilidad”, aportó Naty.

Define al poledance como una disciplina deportiva que mezcla las técnicas de danza con las de gimnasia, dando como resultado un baile femenino de fuerza y elasticidad. Agrega que se diferencia de otras actividades deportivas porque cada clase es un desafío donde, según tus capacidades, vas aprendiendo movimientos y trucos. “Es un deporte que permite tonificar todo tu cuerpo y puede ser realizada a cualquier edad”, aseguró Naty.

La joven tuvo la oportunidad de participar en la muestra de Pink en el Teatro del Huerto, que se presenta a mitad de año. “La experiencia fue muy linda porque participé a dúo con una amiga”, contó. La muestra fue este año con la participación de alrededor de 90 alumnas y artistas invitados.

Para la bailarina el poledance es algo que cambió su vida y es un deporte que se volvió en una de sus rutinas favoritas y que nunca lo dejaría de practicar. Revela que le enseñó a no tener miedo a las alturas y a tener confianza en sí misma.

En cuanto al apoyo de sus padres y amigos, en un principio “Naty”, no se animaba a decirle a nadie pero cuando lo comentó, sus padres se sorprendieron y luego de explicarles de que se trataba, la apoyaron.

Finalmente confiesa que sobrellevar el cursado de la carrera “cuesta un poco”, ya que el año pasado se le complicó porque en el segundo cuatrimestre le solían coincidir los horarios y hasta ahora “sigo prefiriendo ir a entrenar” sostiene. Después de dos años de estar practicando esta actividad, Nataly Neri afirma que el pole dance ya es considerado un deporte y ella lo llamaría “deporte artístico” porque es bailado con delicadeza y realizando figuras hermosas que requieren de fuerza y destreza.


jueves, 6 de octubre de 2016

“LA ESENCIA DEL BAILARÍN SE DESPRENDE DEL CUERPO Y DA VUELTAS POR TODOS LADOS”.

Un alma inquieta de tiempo completo
Julia Serapio es estudiante de la carrera Licenciatura en Ciencias de la Comunicación y produce contenido audiovisual por cuenta propia para distintos medios.

Por Sebastián Firme

“Jowee” como la llaman sus amistades, inició la carrera en 2012. Eligió la carrera porque las relaciones sociales, los medios de comunicación y el arte están vinculados con su personalidad. La carrera apareció cuando estaba a punto de irse al ejército y se enamoró de la comunicación, “no la cambio por nada”, aseguró. “Hay varias materias que me gustan, me encantan y las volvería a cursar”, aclaró entre risas, como Cine y Video, Televisión, Fotografía, Interfaz, Prácticas Críticas, entre otras.

La joven se traslada diariamente desde zona sur hasta la Universidad en colectivo, cursa materias de 1º a 4º, y va eligiendo las materias que más le gustan y las cursa, “ya sé, soy bastante extraña”, expresó nuevamente entre risas.

Simultáneamente a los estudios, es bailarina y profesora de danzas folklóricas argentinas. Estudió en la academia de Marcos Tames (Cerrillos) y ahora cuenta con su estudio en su casa en donde desarrolla su taller de danzas folklóricas para niños y adultos.


También baila otros ritmos como salsa, merengue, rumba, folklore argentino, hip hop, freestyle, tango. Disfruta de todos los ritmos y asegura que “la esencia del bailarín se desprende del cuerpo y da vueltas por todos lados”.

Sobrellevar lo académico y su pasión por el baile fue muy complicado porque “las obligaciones nunca acaban y a veces hay que dejar un poco de lado el baile para hacer las cosas de la facultad”, comentó a BoletinCom. Sin embargo no fue impedimento y deleitó al público participando en Cosquín 2011, también en los eventos que organizaba su academia, como la fiesta de la Pachamama, encuentro de Academias Folklóricas Argentinas, y tuvo presentaciones en teatros y espacios culturales de la Ciudad de Salta como el Teatro de la provincia y el estadio Delmi.

Confiesa a nuestro medio que la primera vez que pisó un escenario fue en 2005. “Estaba con los nervios de punta y era la presentación de fin de año de la academia Marcos Tames y yo solo bailaba una danza”, relató.

Todo lo que tiene y consiguió es gracias al apoyo de su familia y amigos, “mis cómplices” - como los denomina -, que padecen sus ataques de improvisación y a veces los cansa, pero siempre están allí para darle aliento cuando quiere tirar la toalla.

Además de llevar en la sangre las raíces de nuestra provincia “Jowee” se destaca en otras actividades como escribir poesía, pintar con acrílicos, leer, tiro deportivo, viajar y perderse un poco por el campo.

Para este año desea concretar un encuentro de academias de danzas folklóricas, hacer un muestreo de lo que aprendieron sus alumnos en el taller. También quiere fomentar el aprendizaje de la danza mediante este evento. Y respecto a la facultad espera poder seguir creciendo como estudiante, seguir aprendiendo para poder llegar a alcanzar sus objetivos académicos.

¿Qué te ha enseñado el baile?” –pregunta BoletinCom-. “Me ha enseñado la mayoría de los valores que habitan en mi persona. Me enseñó a ser persistente, a no rendirme si algo no sale como yo quiero, me enseñó a compartir, a trabajar en equipo, a no dejar de soñar nunca, porque así comenzó todo esto, como un sueño”, concluye “Jowee”.


lunes, 26 de septiembre de 2016

“EL BALLET SE CONVIRTIÓ EN UNA PARTE ESENCIAL DE MI VIDA”

Cada movimiento es una palabra

Rita Magali Rodríguez (23) es estudiante de la carrera de Ciencias de la Comunicación. Después de unos años encontró la verdadera relación entre lo que ama hacer y la carrera.

Por Sebastián Firme

Rita ingresó a la carrera en 2015 después de haber dejado psicología en la UCASAL. Le gusta Comunicación porque es una carrera muy abierta, y muy compleja. “Encontré una relación entre lo artístico y también lo social”, expresó la estudiante. Destaca la materia fotografía, ya que también es algo que le encanta, tanto tomar fotos como ser parte de ellas. Se declara muy fotogénica.

Entre estudios, prácticos, lecturas, etc., Rita realiza actividades que la llevan a desconectarse un poco de la facultad y de los estufios, para dedicarse a lo que más ama, las danzas clásicas. Comenzó a los 17 años, desde chica siempre le apasionó esta danza, delicada, precisa y tan perfecta. Sus padres no le prestaban mucha atención en cuanto a esa actividad, “nunca me llevaron a tomar una clase, pero nunca dejé de soñar con eso”, afirmó a BoletinCom. Y decidió buscar un lugar y comenzó a tomar clases con el profesor Gustavo Falcone. Dos años después por choques de horarios tuvo que buscar otra academia y llegó a la que actualmente es su segunda casa: Studio Danza Adriana Pequeño.

Paralelamente a su segundo año de la carrera, Rita tiene una rutina muy activa, pero por suerte tiene el tiempo a su favor y tiene todo ya organizado. “Divido y trato de seguir el ritmo”. Su pasión por la danza la llevó a dar clases de “Baby Ballet” a nenas de 3 a 5 años.

Durante estos seis años de baile también probó otros ritmos, tomó clases de contemporáneo con la profesora Sandra Reartes, bachata con Sebastián Tocona, tango con Ana Barros y Facundo Arnedo y jazz con Adriana Pequeño. Todas estas disciplinas le encantan, “me gusta también lo movido pero a veces me siento muy estructurada y me cuesta un poco soltarme y salir de lo que es el clásico, pero disfruto de bailar lo que sea”, confesó.

Obviamente disfruta bailar y elige mil veces el clásico, porque en el escenario puede mostrar otra parte de ella, su esencia. “Es una pasión que llevo muy dentro, para mí nunca fue tarde comenzar yo sentía que podía aun, y me esforcé cada día y minuto de una clase para poder sentirme una bailarina de ballet, una disciplina muy pero muy estricta y prolija sobre todo”, describió.

Entre sus experiencias como bailarina destaca su participación - este año - de la obra “Giselle” junto a Marianela Nuñez y Alejandro Parente invitados del ballet de Londres por el Ballet de la Provincia. “Fue una experiencia única”, exclamó, porque siempre con sus compañeras con las que habitualmente concurre a ver las obras del Ballet de la Provincia soñaban con formar parte. “Sentía que uno de mis sueños se estaba cumpliendo. En agosto se repuso la obra y me convocaron de nuevo”, contó a Boletincom.

Entre las posiciones más relevantes: primera, segunda, cuarta, plie, arriba, abajo, port de bras en dehors, en dedans, arabesque, fouetté, bordados, tutu, las puntas, etc. Rita define al clásico y al ballet como “una parte esencial de mi vida. No bailo y no vivo

literalmente (dijo entre risas), no puedo imaginarme dejar esto por el momento”, explicó. Cuenta con el apoyo de sus padres y amigos, ya que cumplen un rol muy especial, “son los `fan´ de todo bailarín” dijo entre risas. Siempre recibe elogios y eso le llena el alma.

En cuanto al campo de la comunicación, le encantaría tener alguna experiencia en algún canal de televisión, o hacer radio. Para el mes que viene tiene la muestra de la academia a la que concurre, el espectáculo tiene como nombre “Mandalas, geometría sagrada”. “Estoy a full con ensayos, vestuarios así que todas mis energías están puestas allí y en mis alumnitas que también bailan”, contó entusiasmada.

Para cerrar la entrevista con BoletinCom, Rita Rodríguez afirma que practicar danzas clásicas le enseñó que todo se puede lograr con entusiasmo, y compromiso. “Si queres podés llegar a donde te propongas. También me enseñó a sentirme segura y confiar en lo que sabés hacer”.

viernes, 2 de septiembre de 2016

"ES MOTIVANTE EN TODO SENTIDO, TE SENTÍS HERMOSA Y SEXY”

Baile de las figuras

Después de vivir unos años en Colonia Santa Rosa en Orán, Ana Emilia Aliaga Encina, vino a Salta no solamente a estudiar Ciencias de la Comunicación sino también a descubrir algo que es poco común ver y hacer en Salta.

Por Sebastián Firme

“Emi, petisa, negra”, son algunos de los alias cariñosos que usan dentro de su entorno familiar y amistoso. Esta estudiante ingresó a la Facultad de Humanidades en 2013. Eligió estudiar Ciencias de la Comunicación por un vecino que estudiaba lo mismo, comentó. A partir de allí indagó sobre el plan de estudios, buscó información específica sobre la carrera y en el último año del colegio (2012) se preinscribió. Resalta que le gusta investigar y conocer que hay más allá de lo superficial y entre las diversas materias considera muchísimo a Semiótica General.

Actualmente, Emilia se encuentra cursando el tercer año de la carrera y además de dedicarse a la fotografía, práctica una actividad física que a través del baile y de la fuerza logra figuras impresionantes. Es el famoso “baile del caño”.

“No hace mucho que lo hago, comencé el año pasado en el mes de marzo", afirmó. "Desde chica me interesó la acrobacia pero nunca tuve la posibilidad de hacerlo y cuando me enteré que en Salta enseñaban averigüe y fui al estudio Pink Pole de Claudio Leal, probé una clase con él y quedé fascinada”.

A solas, contó a Boletincom, que el baile es su “cable a tierra”. Ana Emilia agrega que le sirve para descargar todo el estrés y que le lleva estar todo el tiempo en la Facultad, ya sea presenciando clases, haciendo trabajos prácticos, estudiando para parciales, etc.
En cuanto a sus preferencias sobre el baile, “Emi” aclara que no hay un género específico. “Se puede hacer fusiones de temas y armar una coreo copada, la cuestión es ser original. Pero muchas veces siempre uno lo relaciona con canciones lentas, o el rock de antes o temas de películas. Depende del género de pole que bailes, porque tenés el Fitness, el exotic, feme style, etc”.

En 2015 participó de la muestra de fin de año del estudio Pink Pole de Claudio Leal junto a Roxana Martínez, y fue la primera vez que pisó un escenario. La muestra se llamaba “Pink Fantasy” y fue en el Teatrino. Describe que estaba muy nerviosa y no sabía cómo le iba a salir la coreografía. “Sentía que el corazón palpitaba demasiado fuerte al escuchar aplaudir a la gente”, expresó.

Sobre las figuras en el caño, “Emi” cuenta que existen muchísimas, “tenemos giros, también, algunas muy difíciles porque necesitás mucha fuerza y elongación. Por ejemplo las más comunes que no son tan complicadas, pueden ser: la sillita, que se trata de caminar alrededor del pole tomar un poco de impulso y levantar las piernas como si te estuvieras sentando en el aire, obvio sin soltar las manos del caño", explica.

Entre las múltiples figuras se destaca en inversión contraria, estrella, jazmín, monckey. Y un poco más difícil, mariposa, genoveva, cola de dragón, delfín, paloma. Asegura que

para los ensayos es importante usar ropa cómoda, como ser calzas cortas y top deportivos, y las que no se animen, pueden usar musculosas, debido a que tienen que usar su piel para sostenerse.

Entusiasmada y ruborizada revela que siente adrenalina al hacer esta actividad, le encanta, y es motivante en todo sentido, “te sentís hermosa, que sos la mejor o el mejor - porque también hay hombres que lo hacen - y que sos una mujer muy sexy”.

La “petisa” de 22 años se encuentra hoy tomando clases con Claudia Gaitano y cuenta totalmente con el apoyo de su familia. Recuerda que al principio le decían que estaba “loca”, pero con el tiempo les fue gustando porque la ven motivada y con energías. Obviamente también sus amigos forman parte de este apoyo, tal es así que “piensan que soy un crack”, asegura entre risas.

En lo comunicacional le gustaría trabajar en un estudio de televisión, pero no frente a la cámara, sino atrás, con los equipos, las cámaras, etc. Y para este ciclo espera terminar bien el año en la carrera y llegar para la muestra de fin de año a full con el entrenamiento.

martes, 26 de julio de 2016

“LA DANZA ES UN ENCUENTRO CONSTANTE CON UNO MISMO Y LOS DEMÁS”

El arte del movimiento

Alejandro Arias es estudiante de Ciencias de la Comunicación y actualmente se encuentra realizando su tesis. Después de 5 años dedicados a la danza, volvió a la Universidad para retomar y tratar de terminar la carrera que había quedado pendiente.

Por Sebastián Firme

“Alejo o Ale” como lo llaman en su círculo de amigos, ingresó a la carrera en 2007. Cuenta a Boletincom que eligió la carrera porque no tenía dinero para pagar educación privada y dentro de lo público lo que más le atraían eran las carreras de la Facultad de Humanidades. De la carrera destaca principalmente su carácter “multidisciplinar” que hace del campo algo complejo y apasionante. Sin embargo considera que 4 años para obtener una licenciatura en un campo tan amplio, no es suficiente.

Hacia el final de la carrera sintió la necesidad de despejar un poco su cabeza después de 4 años dedicados puramente al estudio.Y sin querer se encontró con el camino del baile. Algo que en un comienzo parecía no tener mucha importancia pero que cambió radicalmente su forma de ver las cosas, y en gran parte gracias a todo lo que descubrió estudiando comunicaciones.

Así como primero se había dedicado por completo al estudio, decidió “cambiar de carrera” y dedicarse a la danza, decisión que tomó primero inconscientemente y que después asumió plenamente. Hoy se dedica al tango y la danza contemporánea pero no por una cuestión de favoritismo, aclara. En cuanto al disfrute en sí, “Ale” asegura que cada danza tiene su gusto especial y depende mucho del estado de ánimo en el que está o situación por la que esté pasando para que disfrute un baile más que otro, sea el tema que sea o ritmo que sea.

Durante estos años “Alejo”también descubrió otros “ritmos”, entre ellos los latinos, urbanos, tango, como así también danza jazz, clásico, y contemporáneo. Recuerda y destaca que se desenvolvió en algunos lugares como Fuxion Latina, X-CENTRICS Dance Show, MultiespacioReartes, Grupo DC Sandra Reartes, Compañía Ro-Jo Tango, Estudio de danzas Andrea Cisneros, etc. Participó en muestras coreográficas, obras, eventos públicos, competencias, en los carnavales salteños y otros tipos de encuentros.

Entre vestuarios, bordados, música, coreografías, seminarios, corridas, y teatros, “Alejo” revela su pasión por el baile y la define como “una experiencia de descubrimiento, un disfrute de sentir y compartir, como así también de indagar sobre ese hermoso arte del movimiento”.

Sin embrago, por los preconceptos y prejuicios de la sociedad “Alejo” no tuvo el apoyo de sus padres en una primera instancia pero a pesar de los obstáculos siguió su camino y hoy cuenta con el apoyo de su entorno. En cuanto a su experiencia laboral del ámbito comunicacional, Alejandro hace un tiempo estuvo trabajando para un diario digital de noticias, y cuenta que “fue una experiencia muy enriquecedora porque veía cómo estaba en juego no solo todo lo aprendido en la Universidad sino nuevas competencias que sólo podés adquirir en la práctica real”.

Finalmente Alejandro sostiene, “el baile me enseñó a ser más humano, a asumir que vivo y que debo de disfrutarlo hasta que ya no pueda seguir moviéndome. Con la danza aprendés mucho, aunque el paso por ella sea casual y efímero es imposible esquivarlo, es un encuentro constante con uno mismo y los demás”.

miércoles, 13 de julio de 2016

“EL BAILE ES PRECISAMENTE MI VIDA Y MIS GANAS DE VIVIR”

La pasión por comunicar danzando

Luz Estefanía Ohse Pérez es estudiante de la carrera de Ciencias de la Comunicación. Para este 2016 espera cumplir con sus expectativas laborales, espirituales, intelectuales y físicas. Hoy se desenvuelve como bailarina y estudiar no es impedimento para ella.

Por Sebastián Firme
“Tefi”, como la llaman cariñosamente, ingresó a la carrera en 2013 y eligió Comunicación por el plan de estudios ya que era lo que más se adaptaba a sus gustos y preferencias, y de lo que posiblemente se desenvolvería en un futuro. Las cátedras que más le gustaron fueron Fotografía y Prácticas Críticas de primer año. Confiesa que “la carrera tiene que ser más exigente y más seria en los ámbitos de clase”.

Además de la vida universitaria se dedica al arte de bailar. Con 21 años, se destaca como bailarina de folclore, clásico, tango y jazz. Por una parte, hace el profesorado de danzas folclóricas y danzas jazz en el Estudio Liliana Rinaldi, donde también hace danza clásica. Por otra parte, practica tango y bachata con el profesor Roberto Lazo. “Amo todo lo que hago, no se si podría decir que uno me gusta mas que otro, porque cada uno tiene lo suyo y su hermosa particularidad, pero podría decir que el folclore ya es parte de mi, está en mis venas, lo bailo hace mucho y es algo que me sale natural” aseguró.

Empezó desde chica bailando en el instituto El Kakuy. En 2013 quedó en una audición para un taller del Ballet Folclórico de la Provincia y dedicó todo el año a ese taller y al siguiente comenzó en el estudio Liliana Rinaldi.

Como toda bailarina ha participado de numerosos eventos deleitando al público con sus performances. Ha bailado en el Mercado Artesanal junto a la Orquesta Sinfónica de Salta dirigida por Jorge Lhez en 2012. En Cosquín 2013 junto a la delegación oficial de Salta y agrega que “fue un orgullo representar a Salta, a mi provincia en una provincia ajena. Bailar en el escenario más grande y más codiciado por los folcloristas es algo inexplicable”. Entre innumerables participaciones destaca la competencia en Campo Santo – Torre a de Zafreros – donde obtuvo el 1er puesto en pareja libre. Compitió con su pareja de baile de hace 4 años. Emocionada cuenta a Boletincom que “fue maravilloso compartir ese escenario con ese amigo que está siempre a tu lado te sostiene y en quien confías plenamente. Después de mucho trabajo y esfuerzo logramos lo que fuimos a buscar”.

En una parte de la entrevista la bailarina aclara que sobrellevar la universidad y lo artístico en tiempos de cursado fue y sigue siendo algo muy agotador, se torna pesado y cansador, sin embargo “cuando hacés lo que te gusta, cuando estudias lo que te gusta y amas tu trabajo, es algo mucho más llevadero”, expresó Tefi.

En cuanto a su ámbito laboral, comentó que trabaja los sábados por la mañana en el programa CAI en la escuela Nuestra Señora del Milagro en Barrio Limache donde dicta un taller de periodismo. Y los sábados por la tarde conduce “Rock Art” por la 89.3 Alto Perfil, un programa dedicado al rock y toda la movida del arte y la cultura salteña.

Actualmente, espera poder rendir exitosamente sus exámenes de jazz y folclore. Como así también terminar este último año sin ninguna materia pendiente para finalizar con todas las que le quedan. De esta forma quedaría “limpita” para dedicarse a la tesis concluyó entusiasta.

Seguidamente, antes de finalizar la entrevista,“Tefi” acotó que “el baile es precisamente mi vida y mis ganas de vivir. Me enseñó a ser fuerte y luchar por ser cada día mejor y amar lo que uno hace. Bailar es mi cable a tierra, mi droga y mi vida”, concluyó.


jueves, 16 de junio de 2016

“LA MÚSICA ES UNA DE LAS MANERAS MÁS HERMOSAS DE CONTAR ALGO”

Expresión, libertad y alma

Camila Staudenmayr es alumna del segundo año de la carrera de Ciencias de la Comunicación y nos cuenta cómo combina en su vida el canto y los estudios.

Por Lourdes Rasgido Brown

“Cami” tiene 19 años y cursa actualmente el segundo año de la carrera de Ciencias de la Comunicación. Nació en Buenos Aires, a los dos años se mudó a Catamarca y el año anterior se instaló en Salta para comenzar sus estudios universitarios. Sin saber muy bien de qué se trataba o con qué se iba a encontrar decidió jugársela por sus instintos y seguir adelante. Creía que la carrera podía llegar a tener muchas cosas interesantes que podrían llegar a gustarle. Con el paso del tiempo descubrió que el mundo de la comunicación era apasionante y mucho más complejo de lo que había imaginado. “Encontrar esta carrera fue una especie de jugada del destino”, comenta Camila.

Desde el momento en que comenzó a transitar este camino, la carrera abrió mucho más su mente, le mostró cosas que desconocía o pasaban desapercibidas para ella, logró cambiar en algunos aspectos la ideología con la que venía desde el secundario, “quizás pasé a ser otra ante tantas nuevas perspectivas” dice Camila y asegura “desde que entré a la facultad, siento que la carrera me está formando no sólo como profesional, sino también como persona y ciudadana, lo que me parece mucho más importante”.

Camila de su experiencia de cursado, destaca la atención que recibe de sus profesores, los considera personas muy apasionadas por lo que hacen. Acompañar al estudiante desde el primer momento es para ella algo esencial que cualquier docente debería poder brindar, es por eso que los ve como personas dedicadas a su profesión que pueden llegar a ayudar a sus alumnos a descubrir pasiones y aptitudes ocultas en cada uno de ellos.

En paralelo al cursado de la carrera, Camila Staudenmayr se destaca como cantante, el canto es para ella un espacio en donde no sólo puede contar muchas historias sino también ser parte de ellas. “El canto para mí es expresión, libertad, alma. Me ayudó muchísimo a entender como canalizar ciertas emociones y descubrir otras partes de mí misma” asegura. Aunque lo considere un hobby, Camila está dispuesta a cantar siempre donde la inviten, porque es una actividad que disfruta. “Canto no sólo para los demás sino también para mí misma”, puntualizó.

Si bien canta desde hace muchos años, a los 15 comenzó a estudiar, es decir, practicarlo de una manera más profesional. En los talleres descubrió que era algo que realmente le

gustaba y que quería seguir haciendo por muchos años más. Desde entonces no paró y con diferentes profesores descubrió nuevas técnicas de canto con la intención de seguir esta pasión que, en un principio, permaneció oculta. Así fue como también comenzó a estudiar durante dos años guitarra. Una actividad que hoy en día quedó olvidada pero que no duda en retomarla en algún momento, y así aprender a tocar otro instrumento.

Camila considera a la música como sanadora ya que con el paso del tiempo entendió que puede ser terapéutica para mucha gente. “Soy consciente de lo sanador que puede ser el canto, comprendí que cuando uno expresa algo a través del arte para otras personas, no sabe a qué se puede enfrentar” comenta la joven. Para ella un artista no es sólo un vendedor de emociones, sino también una gran influencia en los sentimientos del otro, de aquel que puede llegar a oír su voz. Lo que más disfruta de cantar es sin dudas la conexión con los demás.

Cami cuenta que puede pasar todos y todo el día cantando. “Es una parte de mí, no me gustaría dejar de hacerlo nunca”. Ama tanto la música que actualmente toma clases de canto una vez a la semana con la profesora Ivana Rojas y participa cada vez que puede de concursos o eventos en donde puede expresarse de la forma que más disfruta, cantando.

Sobrellevar lo artístico y el cursado es todo un desafío ya que Camila se considera una persona muy atareada, alguien que no para en toda la semana. Aunque las actividades diarias son diversas, suele encontrar la manera más ordenada de sobrellevar todo, no sólo lo artístico sino también lo académico. Para eso cuenta con la ayuda de gente que siempre la apoya en lo que hace y que la acompaña en cada paso que da. “Estoy inmensamente agradecida por todo el cariño que me dan las personas que me rodean”, contó.

Camila Staudenmayr planea a futuro, continuar con todo lo que le gusta. Es una persona con muchos proyectos en mente y abierta a experiencias que puedan surgir. “Me gusta caminar sin mapas” concluyó.

lunes, 13 de junio de 2016

“SE ACTÚA PARA UNO MISMO Y PARA EL PÚBLICO”.

La magia de ser y no ser a la vez

Agustín Romero es estudiante de la carrera de Ciencias de la Comunicación, y actor de teatro, que es lo que más le apasiona. Para este ciclo proyecta terminar la carrera y montar una obra con sus compañeros de actuación.

Por Sebastián Firme

“Tín” como lo llaman sus íntimos, es de Tartagal y comenzó a cursar en la UNSA la carrera de comunicación en 2014. Su decisión se basó en el plan de estudios de la carrera y la variedad de su contenido, pero más que nada por el tratamiento de la parte artística. Según cuenta Martín, el cursado le está dando la oportunidad de optar, descubrir y más que nada de tratar con diferentes personas. Agrega que la carrera tiene su parte interesante y el secreto es “ser astuto para poder sacarle provecho”.

En su vida ha tratado de hacer feliz a los chicos más pequeños, porque se siente muy cómodo con ellos, por ejemplo le gusta hacer el ridículo para verlos reír, “aunque alguna veces se asustaron” confiesa.

Agustín descubrió el mundo del teatro entre los 16 y 17 años cuando se enteró de un pequeño taller de actuación que recién comenzaba a abrir sus puertas en una localidad cercana a su ciudad natal. Y es allí en donde dio sus primeros pasos dentro de este ámbito artístico para conocerlo de a poco. “Fue uno de los hallazgos más lindos” revela a Boletincom y agrega con nostalgia, “pisar las tablas todos los fines de semana me encantaba, sentí un gusto nuevo, un gusto nunca antes conocido”.

Define el teatro como “búsqueda”. Afirma que “el teatro te contamina hasta hacerte partícipe de tu vida proyectándola como tu propia obra en el sentido más subjetivo. Es el sometimiento de la mente y el cuerpo” agregó.

Cuando vino a vivir a Salta Capital para comenzar con sus estudios universitarios, sin dudarlo buscó actuar y sin vacilar se anotó - por recomendación - en un curso de actuación con el director, actor y dramaturgo Idangel Betancourt y desde ese momento no paró. Ya lleva tres años transitando el camino dentro de ese contexto artístico, formándose de manera minuciosa junto con otros compañeros de diferentes edades.

Durante su trayecto realizó algunas propuestas pequeñas y muy agradables que le sirvieron como aprendizaje y experiencia. Participó del “Encuentro de Teatro”, en donde los actores de formación exponían sus trabajos para luego recibir críticas constructivas tanto de los mismos alumnos como de los profesores.

Estudios, parciales, lecturas y finales, no fueron ni son para él ningún impedimento. Al contrario puede conectar lo universitario con lo artístico y la formación que recibe de ambos lados le permite crecer como persona. Con 20 años, el teatro le ha enseñado que “se actúa para uno mismo y para el público, ya que si no hay nadie quien te mire no hay teatro, la magia no se enciende”.

viernes, 10 de junio de 2016

"TODOS PUEDEN CANTAR, SOLAMENTE TENEMOS QUE INTENTARLO Y TRABAJARLO"

Soñar no tiene límites

Hernán Quispe es un joven apasionado por la música, que desde pequeño sintió que cantar era parte de su lenguaje, es estudiante de comunicación, sueña con triunfar, ser reconocido a nivel nacional y representar a Salta.

Por Victoria Cortez

Hernán es un muchacho soñador, que con sus 26 años, está experimentando el mundo artístico salteño. Aunque cree que en el ambiente de Salta hay muchos “privilegios”, ya que sólo son reconocidos o escuchados las personas que tienen parentesco con otros cantantes o músicos. En su opinión esto limita y discrimina a otras personas “conozco muchos artistas que tienen muchísimo talento para cantar, sin embargo no pueden salir adelante” reveló.

Desde pequeño su madre comenzó a trasmitirle el gusto por la música, en especial por los géneros románticos, “desde que estaba en la panza, según los dichos de mi madre, ella me cantaba canciones de José Luis Perales” comentó. La música romántica es el género que eligió aunque no excluye otras categorías; también son parte de su itinerario el folklores y el rock, “todo lo que sea música me gusta” indicó.

Al hablar de la música deja de lado la timidez que lo define y no pasa desapercibido el brillo de sus ojos, para Hernán la música es su vida, aunque le cueste no piensa renunciar a su sueño, “todos pueden cantar, solamente tenemos que intentarlo y trabajarlo” afirmó.

Por ahora, para el estudiante de comunicación, cantar es solamente un hobbie, ya que se requiere de mucho tiempo de ensayo y práctica; es por eso que lo realiza acompañado únicamente de su guitarra. También tuvo que dejar la escuela de música para dedicarle más tiempo a la facultad, aunque sus calificaciones eran buenas.

Por el momento Hernán solamente interpreta las canciones que le gustan en su particular tono de voz, si bien en algún momento escribió sus canciones, dejó de hacerlo porque en un incidente perdió toda su producción, lo cual le trajo tristeza y no volvió a escribir más, “es algo que tengo que volver a hacer” aseguró.

Su sueño es estar en un escenario de mayor magnitud, junto a grandes artistas, aunque sabe que para lograrlo debe pasar por muchas cosas y no saltar etapas. Además, dijo que si fuera

por él ya estaría buscando oportunidades en otros lugares, pero quiere estudiar y recibirse antes por su familia, pero considera que cada paso es un gran avance en el camino artístico.

Para finalizar, el joven cantante expresó “desde que era chico me imagine un montón de profesiones, como la típica de ser veterinario, también estar cantando, pero jamás pensé que mi sueño se haría realidad, es algo de lo cual estoy muy orgulloso y no lo cambiaria”.


miércoles, 8 de junio de 2016

“NO HAY QUE TENER MIEDO A LUCHAR POR LO QUE UNO QUIERE”

Comunicar cantando

María José Arteaga es estudiante de Ciencias de la Comunicación y en sus tiempos libres disfruta de cantar. Si bien no se dedica a pleno por los horarios de la Unsa, siempre trata de hacerse un tiempito para cantar en su casa, con amigos, y acompañada de su guitarra.


Por Sebastián Firme

“Majo” como la llaman sus amigas, tiene 26 años e ingresó a la carrera desde hace seis años. Revela durante la entrevista que es una de las únicas carreras que le gustó dentro de la Universidad y actualmente se encuentra preparando su tesis. Del cursado destaca algunas experiencias que le marcaron su trayectoria como los viajes a congresos, conferencias, jornadas y trabajos de profesores y compañeros en el campo de la comunicación.

Canta desde chica y comenzó a interesarle la música a los 12 años.Tomó clases de canto en el Procultura de la mano de la profesora Ivana Rojas. También estudió guitarra en 2013 en la Escuela de Música. Sin embargo, Majo asegura que “Tanto el canto como la música son un pasatiempo, un hobbie, sobre todo me gusta participar de concursos y cosas así”.

Majo deleitó con su voz en presentaciones, eventos, karaokes, y también participó en el concurso de la selección del precosquín en 2012. Allí aprendió a soltarse, a no tener vergüenza y desenvolverse en los escenarios. “Lo que más disfruto cuando canto es poder escucharme y hacerme una autocrítica. Y me siento más que bien”, aseguró en la entrevista.

A “Majo” le gusta todo tipo de música, admira y escucha a cantantes como Abel Pintos, Luciano Pereyra, Ricky Martin, Chayanne y Thalía. “Por el momento no tengo un estilo definido, porque me gusta escuchar de todo: folklore, melódico, pop, canciones en inglés, etc.” Sin embargo se define como una cantante de estilo melódico, de baladas españolas al estilo David Bisbal o Pablo Alborán.

Llevar el camino de la música, el canto y los estudios no es nada fácil pero por suerte María José se acomodó bien desde el comienzo de la cursada, lo que implicó aprender a organizarse con el tiempo para cursar, estudiar, tomar clases de canto y guitarra. “Gracias a dios tengo el apoyo de mi familia, pero aún más de mis amigos, porque mi familia me apoya quizás más en mis estudios que en canto, pero yo igual sigo lo que me gusta” confesó sin vacilar.

Hoy trabaja como promotora y coordinadora en una empresa de viaje y turismo estudiantil de egresados. No obstante, también participa de un concurso organizado por su ex profesora de canto Ivana rojas, el cual consiste en subir un video a la página de canto de Procultura para participar por una beca por un año de canto. “¡Espero poder ganar y ser una de las elegidas!”, expresó entusiasmada.

Aclara que sus metas para este 2016 son terminar la tesis y así recibirse; anhela poder desempeñarse en el campo d la comunicación. También le encantaría retomar las clases de canto. “No hay que tener miedo a luchar por lo que uno quiere o le gusta hacer. La música es una gran bendición sobre todo el canto y requiere de mucha práctica”, concluyó Majo.

domingo, 29 de mayo de 2016

“PARA BAILAR NO SE NECESITA TALENTO, ES TRABAJO Y MUCHA PRÁCTICA”

La danza: una forma de ser feliz

Bárbara Pogonsa es estudiante de la carrera de Ciencias de la Comunicación. Además de leer y hacer natación en primavera y verano, su pasión siempre ha estado en la danza.


Por Sebastián Firme

“Barby”, como la denominan sus amigos, comenzó la carrera de Comunicación en 2014. Si bien no fue su plan A, hoy se encuentra cursando el tercer año y se dio cuenta a través de los años que el campo es tan amplio que no tiene límites a la hora de aprender. Destaca que le gustan las semióticas porque le dan las herramientas necesarias para poder analizar la realidad.

Baila desde los 5 años y hoy con 20 tiene más afinidad, en este momento, por el tango y el mambo que son dos danzas que la complementan.

Durante 15 años probó diferentes tipos de bailes y ritmos. Hizo folklore en la academia Amanecer Criollo, luego en Reflejos de Salta y el año pasado lo practicó con la compañía de danzas El Resero. Árabe en Aixa, tango fue sólo con profesores no en estudios o grupos de baile. Jazz en el estudio de Iván Barrientos y también en el estudio de Patricia Arnoldi. Contemporáneo en el Grupo DC de Sandra Reartes y en la compañía de danzas El Resero al igual que clásico. Mambo en el grupo Asere q Bola, y ritmos latinos en el Ballet de Fuxión Latina.

Sus proyectos y sus propios deseos de aprender más y más la llevaron a desplegarse en varias competencias, tanto de folklore, como de tango, salsa, jazz y contemporáneo. Por ejemplo, durante el 2015 y 2014 participó de 10 a la fama, un concurso televisivo de baile en el que compitió primero en pareja y luego como solista. Allí adquirió mucha experiencia no sólo en baile sino también de cómo se maneja la producción y el laburo que hay detrás. Tuvo experiencias muy enriquecedoras en otros lugares como la competencia de la CIAD (tanto en jazz como en tango), Estudio 54 (salsa), también del Chúcaro, Salta la linda (competencia de folklore), y en el Danzamérica 2014 (con contemporáneo). Todas estas competencias la ayudaron a crecer como bailarina y como persona.

Entre distintos tipos de ritmos, música, sonidos, ensayos y vestuarios, Bárbara dice que al bailar se olvida completamente de los problemas, “bailar es un escape, un respiro pero también una práctica” afirma.

Para 2016 quire finalizar todas las materias de este año y viajar a un congreso de mambo en agosto que será en Buenos Aires. También aspira a presentarse en el pre-cosquín para así ir a concursar en el reconocido festival de Cosquín el año que viene.

“Para bailar no se necesita talento para hacerlo hace falta trabajo y mucha práctica más que nada. Pero nunca hay que olvidar que se baila para disfrutar y ser feliz y quizás de esa manera podremos sobrellevar los problemas de la vida”, concluyó.

“BAILO, NO DEJO DE BAILAR. BIEN O MAL NO IMPORTA, YO LO HAGO”

Expresar nuestra cultura

Aldana Luna está cursando el cuarto año de la carrera de Ciencias de la Comunicación y después de tanto estrés por la facultad, necesita relajarse un poco y para ella no hay mejor manera que bailando folclore.


Por Sebastián Firme

“Aldi”, como la llaman en su entorno, inició sus estudios en el año 2013. Lo que le llamó mucho la atención en el cursado es el contenido de algunas materias y el interés que tienen a cerca de las problemáticas sociales. Comunicación comunitaria, popular y alternativa, radio y las audiovisuales son las que más le gustan. Además, con 21 años, se desenvuelve como bailarina de folclore.

Empezó a practicar folclore hace tres años y cuenta a BoletinCom que surgió cuando una amiga le comentó sobre un grupo de baile que frecuentaba con sus papás, denominado “Encuentro y Tradición” conformado en su mayoría por abuelitos, pero en donde también había niños y jóvenes.

Actualmente forma parte de ese grupo que se formó con el objetivo de pasar un momento de relajación en el que comparten y se divierten bailando. Esa segunda familia, como ella la considera, se dedica a aprender y bailar las danzas tradicionales del folklore.

La música folklórica, las simbas y el vestido largo, le permiten a “Aldi” experimentar otra forma de comunicar “las tradiciones de nuestra tierra que se han trasmitido de generación en generación y lo que representan cada una de ellas.” “Cada vez que escucho algún gato, alguna zambita, cueca, o escondido siento la necesidad de bailar, me vibra el alma, paro todo lo que estoy haciendo y bailo…bailo no dejo de bailar, bien o mal no importa, ¡yo lo hago!”, confesó alegremente. Entre costumbres, leyendas, música y tradiciones propias de nuestra provincia, Aldi participó junto a su grupo en diferentes presentaciones, ya sea como invitados en encuentros y desfiles o por contratación. “No solemos asistir a competencias ni concursos” aclaró.

Aldana cuenta con el apoyo incondicional de su familia y amigos. Reconoce que siempre están para ella, apoyándola en todo momento y en las actividades que le gustan. “Me hacen bien”, aseguró. Cada vez que baila junto a sus compañeros en público se siente completa y feliz de poder compartir con gente que realmente aprecia. Si bien le falta mucho por aprender y mejorar, le da mucho gusto poder compartir.

Por ahora no se desempeña en los medios pero afirma que le gustaría participar en la producción de un programa de radio. “Me parece un trabajo muy interesante, apasionante, lleno de adrenalina que es lo que me gusta”, expresó. En cuanto a sus proyectos para el año, tiene pensado terminar de cursar y finalizar todas las materias posibles para empezar con su tesis.


viernes, 27 de mayo de 2016

"LO QUE MÁS DISFRUTO DE BAILAR ES LA LIBERTAD, DESENCHUFAR LA CABEZA"

La danza como identidad

Ana Belén López tiene 20 años y es estudiante de Ciencias de la Comunicación. Se encuentra cursando el tercer año de la carrera. Actualmente practica diferentes danzas, pero lo que la apasiona es el folclore.

Belén ingresó a la carrera en 2014, con un gusto particular por el periodismo deportivo. Al no poder hacerlo en otros lugares, por diversos motivos, ingresó a la carrera de Ciencias de la Comunicaciones en la UNSa. Hoy, después de cursar varias materias, asume que comunicación es mucho más que periodismo y disfruta de la radio, la investigación y la comunicación institucional. Le encontró “otra vuelta a la carrera” afirma Ana Belén.

En la vida de Belén no sólo está el estudio, sino también un amor particular por la danza. Si bien, actualmente hace tango y folclore, lo que la apasiona es el folclore. Ella empezó a bailar desde muy pequeña, con tan sólo seis años. Empezó en una academia de su barrio pero por diferentes motivos, la escuela de danza cerró. Esta no fue razón para que Ana Belén dejara de bailar y brillar haciendo lo que le gusta, ya que al ser una de sus pasiones continuó bailando en diferentes presentaciones en forma particular. Las carpas, reuniones familiares o algún evento al que la invitaran, contaban con ella. En 2015 volvió a retomar el baile en una nueva academia. En ella no sólo se siente muy a gusto y feliz por la enseñanza que recibe en cada clase sino por todo el cariño que recibe. ”Bailar folclore es mostrar lo que es Salta, para mi es sacar la parte salteña que tenemos todos y poder mostrarnos” comenta Belén.

Ana Belén tuvo diferentes presentaciones como en la apertura del festival de Las Tres Banderas en La Rural, festivales como los de Gaona, Vaqueros y Lomas de Medeiro. Además de las muestras anuales que por lo general son en el teatro. Disfruta mostrar todo lo que se viene ensayando desde hace tiempo, incluida la vestimenta, el maquillaje que es el momento donde se lo saca a lucir. “Lo que más disfruto de bailar es la libertad, desenchufar la cabeza. Antes era todo presión del estudio y cada vez que bailo es chau a todo, estoy en lo mío. Me saco el chip del estudio” comenta.

El trabajo en grupo, la perseverancia, el esfuerzo y las ganas que le ponen junto a sus compañeros es otra de las cosas que le gusta de la danza. Luego de cada presentación, se siente satisfecha porque todo el esfuerzo y lo trabajado queda ahí, para el público y para cada uno de los que bailan.
El amor por la danza, lo comparte junto a su familia. En un principio comenzaron bailando sus papás y sus tíos, pero luego dejaron por “los tiempos” que siempre faltan. Actualmente continúa bailando junto a su mamá, una experiencia particular y bella porque comparten no sólo la rutina de la casa sino también el maravilloso placer del baile. La academia, su otra familia, es muy acogedora, compañera, ya que entre todos se ayudan y están pendientes de todos, es con quien puede compartir lo que tanto le gusta hacer.
Para este año tiene como metas finalizar las materias que le quedan pendientes para seguir avanzando en la carrera y con respecto a la academia anhela seguir creciendo, corrigiendo y aprendiendo todo de lo que le deja la danza.

miércoles, 18 de mayo de 2016

“QUIERO BAILAR HASTA QUE MI CUERPO DIGA BASTA”

Dos pasiones, una persona

Anabella del Milagro Veleizán es alumna del tercer año de la carrera de Ciencias de la Comunicación. Distribuye su tiempo entre los libros, las amistades y los ritmos latinos, actividades fundamentales en su vida.

Por Lourdes Rasgido Brown

“Ani” como es conocida por sus amigos y familiares tiene 20 años y vive entre rutinas de baile. Comenzó sus estudios universitarios en el año 2014 y actualmente se encuentra cursando el tercer año de su carrera en la Universidad Nacional de Salta. Una de sus pasiones es el periodismo por eso estudia esta carrera. Pero también descubrió en lo que va del cursado que lo suyo no sólo pasa por el mundo de lo periodístico sino también con lo relacionado a lo audiovisual. “Actualmente estoy cursando televisión, creo que eso es lo que me gusta: los medios, armar notas, flash informativos, etc.”, comentó la estudiante.

Pasan los años y esa niña de secundario parece alejarse cada vez más, porque el mundo universitario y todo lo que lo rodea la va transformando. Anabella cuenta que en ésta etapa adquirió más responsabilidades y para ella es un mundo diferente en donde se encontró de todo. “Todos los días se aprende algo nuevo. Ya no existe una sola mirada, sino que el mundo gráfico y visual engloba una gama de diversos factores sociales” asegura.

 “Ani” también se destaca como bailarina, es como su cable a tierra, sostiene. Para ella es una forma de desarrollarse tanto física como mentalmente, “es un escape que tengo de la realidad, un lugar donde comparto con personas la misma pasión por algo que nos gusta”. Entre lentejuelas, brillo y purpurina saborea a más no poder este hobby que descubrió de niña. Si bien sus comienzos fueron las danzas folklóricas, hoy en día los ritmos latinos son lo que más le apasiona “quiero bailar hasta que mi cuerpo diga basta” expresa fervientemente. Actualmente se desempeña en la Academia Fuxión Latina.

La amistad, el compromiso y la diversión se unen en un mismo espacio, ada ensayo es especial. Anabella no sólo disfruta del baile por lo que produce en su cuerpo, sino también todo lo que se deriva de él, los amigos, el aprendizaje, la técnica; para ella el mostrar en un escenario todo lo que es capaz de hacer junto a sus compañeros es algo muy gratificante. Así es como busca conseguir un equilibrio constante entre sus estudios universitarios y algo que logra llevarla a otro mundo como es el baile. Aunque puede disfrutar de lo artístico sólo los fines de semana no significa que sea menos importante. “En estos últimos dos años, la danza ocupa un lugar más pequeño en mi vida puesto que con los estudios el tiempo se me acorta y sólo ensayo los fines de semana dos horas por día”, dice Anabella Veleizán.

Sobrellevar la universidad y lo artístico en tiempos de cursado es uno de los deseos a cumplir de Ani porque la danza es para ella una manera de desestresarse y olvidarse por un momento de sus responsabilidades; quizás sea difícil pero no imposible, opina. “La rutina es muy activa; la familia, el novio, el estudio, la danza y los amigos son lo más importante de mi vida”, cuenta. Pero, para la joven todo se puede lograr cuando uno se siente acompañado y más si ese acompañamiento viene de las personas que más apreciamos como los amigos y la familia, sostiene.

Presentaciones por un lado y finales de materias por otro, forman parte de la vida de “Ani” quien busca constantemente darle el espacio necesario que cada cual se merece para “disfrutar así de cada oportunidad que la vida nos regala”.



domingo, 15 de mayo de 2016

"SOY UNA SOÑADORA EMPEDERNIDA Y LAS TELAS ME PERMITEN SOÑAR, VOLAR ALTO SIN ALAS"

El arte de volar en telas

Jazmín Rodríguez tiene 20 años y es estudiante de Ciencias de la Comunicación. Actualmente se encuentra cursando el segundo año. Una de las cosas que le gusta hacer es escribir pero sobre todo, su pasión está puesta en el arte de la acrobacia en tela.

“Jaz” como la llaman sus amigos, empezó la carrera de comunicación con idas y vueltas en 2014. Es amante de la escritura y una de los motivos por el que eligió la carrera fue la posibilidad de expresar lo que siente, lo que piensa, ser ella misma. El estar en contacto con la sociedad y ponerse en el lugar del otro transmitiendo lo que uno tiene, son cosas que hoy en día le gustan de la carrera.


Es este afán de expresar es que tal vez la llevó a practicar acrobacia en tela o danza aérea – como muchos la llaman- hace aproximadamente un año. “Una belleza para los ojos” así describe a esta actividad por la delicadeza que posee. Desde chica quiso hacer algo extra a lo que era considerado su rutina diaria, pero por cuestiones personales siempre lo fue postergando. Con un poco de miedo, al considerarse “grande” para comenzar con algo nuevo se animó a emprender esta aventura en telas. Entre caídas y golpes pero sobretodo con mucha perseverancia hoy “Jaz” se encuentra en un nivel avanzado y progresa día a día en lo que le gusta. Sus prácticas acrobáticas rondan las tres horas a la semana, pero cuando no tiene muchas responsabilidades puede llegar a instalarse varias horas “olvidándose de todo y seguir con lo que le gusta” comenta entusiasmada a BoletinCom.
 
Su profesora Florencia, es bastante exigente con respecto al perfeccionamiento, sin embargo es una de las cosas que más disfruta. Flor, se convirtió en una de las inspiraciones y modelo a seguir dentro de la actividad que hace. Además Jazmín, menciona que “perfeccionar eso día a día también es perfeccionarse en cosas de la vida cotidiana como la familia y el estudio. Siento que vuelo, que no tengo límites. Puedo hacer una caída y no tengo miedo porque yo puedo. Soñé con hacer esto y hoy me veo haciendo cosas muy lindas, no perfectas. Pero puedo ser mejor de lo que ahora soy” afirma segura.

Jazmín participó de dos exhibiciones que organizó el gimnasio al cual asiste, en eventos privados como en la apertura de un espectáculo de danzas árabes en el teatro del Huerto y en intervenciones del campo universitario. Al ser una disciplina que asombra por los movimientos que se realizan, la gente se queda maravillada. Así es como ella queda totalmente satisfecha con lo que hace. A veces, por el cursado de la carrera se le presentan complicaciones por los tiempos, pero aún así logra darse el espacio suficiente para continuar con lo que le gusta.


También comenta que el apoyo de su familia y amigos es importante, porque hacen que esta actividad sea mucho más liviana. Es más, recuerda emocionada que para su cumpleaños le regalaron su propia tela para que cuando la necesite.
Jaz considera que lo que ella hace es arte con el cuerpo, una manera de comunicar. Además es un medio para captar la atención de las personas, para transmitir algo, dar anuncios, eventos. “Busco ser feliz, feliz con todo lo que amo. Todo lo que hago lo hago porque me gusta y si me gusta doy lo mejor de mí. Soy una soñadora empedernida y las telas me permiten soñar. Volar alto sin alas” dice a BoletinCom.

A futuro le gustaría perfeccionarse en acrobacia con aros y acro, hacer cursos, sumado a dar clases en lugares donde no tienen la posibilidad de aprender este tipo de cosas. Durante las vacaciones tuvo la experiencia de ayudar y dar clases. En el ámbito académico quiere terminar segundo año y avanzar con tercero. “Terminar bien el año” es otra de sus metas.



viernes, 13 de mayo de 2016

"LO IMPORTANTE ES DAR, DAR Y DAR"

El amor y la alegría, una buena combinación para comunicar

Patricia Encina es estudiante de Comunicación desde hace dos años. Siempre estuvo relacionada a la comunicación, hasta que decidió estudiar la carrera. Además de ir a la UNSa y trabajar, se da el tiempo de brindar su alegría y esperanza como payamédica a quienes más lo necesitan.

Patricia ingresó a la carrera el año pasado con la necesidad personal de estudiar la comunicación, ya que siempre estuvo vinculada a trabajos en medios y a la comunicación institucional. Durante el tiempo de cursado lo que más le gustó son las materias vinculadas al periodismo gráfico. Sin embargo, considera que a la carrera, todavía le falta que se profundicen más los contenidos.

A pesar de dividir sus tiempos entre el estudio y el trabajo, a ella no le basta con dedicarse sólo a su formación profesional. Desde siempre participó en voluntariados para poder ayudar a quienes más lo necesitan. Es ahí, cuando decidió ser payamédica.

“Ser Payamédica te da la posibilidad de contribuir a la salud emocional del paciente hospitalizado” define Patricia. Además “el humor, la risa y la fantasía pueden formar parte de su vida en el interior del hospital” agregó. La presencia de un payamédico ayuda a sobrellevar el momento que atraviesa el paciente con humor, risas y fantasías, recuperando los aspectos sanos de la persona hospitalizada y así, facilitar la relación médico-paciente y la participación de familiares y equipo médico.

Desde la organización siempre participaron de eventos solidarios y voluntariados además de su labor habitual. También realizan intervenciones en refugios, casa cuna, geriátricos, en las calles y barrios. Ahora se suma un nuevo dispositivo creado recientemente relacionado a la equinoterapia, el “payaballo”.

Más allá de los beneficios de este trabajo, ser payamédico es todo un desafío, ya que “lo más difícil es reconocer en uno mismo la capacidad para trabajar con personas que están sufriendo” nos cuenta Patricia. Entonces, para ella, es necesario alejarse de ese lugar de dolor para brindarles momentos de alegría. Es ahí cuando “por arte de magia surge dentro nuestro el niño interior que todos tenemos y nos invita a jugar y salir del mundo real para sumergirnos en la fantasía y la ternura” comenta. Esto es lo que más disfruta de su labor, el poder brindarles contención, alegría, amor y esperanza: “Lo importante es dar, dar y dar”

Hace tres años que se dedica a esto y cuando ingresó a la carrera, el cumplir con las dos cosas no fue fácil. Debido a que su trabajo como payamédica, depende de la situación del paciente y los horarios que manejan los centros sanitarios muchas veces son inamovibles. Sin embargo, trata de organizar sus tiempos para poder estudiar, trabajar y hacer su labor de “paya” que es lo que la anima a seguir adelante.

Actualmente, Patricia Encina tiene como metas poder avanzar en la carrera y cumplir con sus proyectos relacionados con el trabajo.

jueves, 12 de mayo de 2016

"TOCAR HASTA EL FINAL, HASTA QUE LOS HUESOS NO ME DEN MÁS"

El rock, una forma de pasarla bien

Martín Morales tiene 23 años, es estudiante de Ciencias de la Comunicación y actualmente se encuentra cursando el cuarto año. Su talento está puesto en la música, particularmente en tocar la guitarra junto a su banda y con sus amigos.


Luego de haber entrado a Ingeniería Civil y de descubrir que no era lo suyo, Martín ingresó a Comunicaciones por medio de una amiga, quien le hizo conocer la carrera, en el año 2012. Lo que más le llamó la atención al comienzo de la carrera fueron los medios, el discurso que emplean y el conocer los diferentes marcos teóricos sociales existentes. “Fue como un amor primera vista, porque no sabía que había inserto en la sociedad, conocer teorías que te decían cómo funcionaban muchas veces el consumo, los mismos comportamientos de la sociedad, los medios”, asegura Martín. Él considera a Comunicaciones como una ingeniería social que permite encontrar sus mecanismos, saber cómo funciona. Hoy en día comenta que puede ver mucho más allá, incluso la cuestión de trabajar con compañeros con otras aperturas de ideas le parece fructífero en experiencias.

En forma paralela a la carrera, Martín tiene una banda de rock que se formó a principios de 2013 llamada “Viejos rituales”. Hoy en día, no se encuentra muy activa ya que tienen más participación en épocas de vacaciones, debido a que los integrantes estudian y/o trabajan. La considera "más bien un hobbie, una forma de pasarla bien, una forma de dispersarse". Comenzó siendo guitarrista, terminó como bajista. Sobre su pasión comenta “Es una forma de crítica a la realidad, a la sociedad, que expreso ahí en la música, en cada letra”.

Viejos rituales, participó junto a otras bandas de metal y punk, en un festival a beneficio de un comedor, organizado en La Merced. También tuvieron la oportunidad de tocar en bares, pub´s como por ejemplo Fábrica de Música, cuando tocaron en el tributo a un guitarrista reconocido. A sus experiencias las considera como algo satisfactorio, porque “si querés tocar rock y tener una banda tenés que hacerla vos, y eso es muy reconfortante porque sabés que es algo tuyo, algo comunitario con tus amigos” comenta Martín. También menciona que si hay algo que lo inspira es “tocar hasta el final, hasta que los huesos no me den más, hasta que tu cuerpo te diga basta, hagamos otra cosa. Eso me encanta” dice haciendo alusión a una de sus inspiraciones como lo es Brian Johnson, vocalista de AC DC. En su familia, según cuenta, lo consideran como alguien diferente o “la oveja negra” porque es el único que hace música, pero aun así se siente muy a gusto y sabe que lo apoyan. La música es un motivo más para que la familia también se junte, se reúna y disfrute al escucharlo. Esto lo hace sentir más a gusto con lo que hace.

Martín tiene como metas en el ámbito musical seguir tocando, así como hasta ahora, como un hobbie. Y en el ámbito académico terminar la cursada e ir viendo el tema de tesis con todo lo que ello implica. Se plantea "dejar una huella, un aporte de investigación en la universidad como un verdadero profesional". Por ahora, quiere disfrutar del tiempo que le queda de cursado junto a sus compañeros.

domingo, 8 de mayo de 2016

"BAILAR LOGRA EN MÍ SACAR TODO LO QUE GUARDO"

Un contacto del alma con el cuerpo

Liz Ailén Aguilera está cursando el segundo año de la carrera en Ciencias de la Comunicación y también se dedica a algo que empezó siendo para ella un hobbie, un despeje y que hoy en día es fundamental en su vida, el baile. La estudiante promete cumplir de manera responsable y equitativa con ambas actividades y buscar crecer como persona.

Por Sebastián Firme

“Lizirilli” como la llaman sus amigos, ingresó a la carrera en 2015, motivada por su tía que es licenciada en Ciencias de la Comunicación. ”Me inspira su vocación a la profesión, en especial en el periodismo, al ver todas aquellas notas reflejadas en las páginas de diarios. Destacando también su espíritu comunicador que jamás se apaga” afirmó la estudiante.

Con 20 años, Liz ha descubierto que le gusta mucho la parte gráfica, hacer una crítica o un informe de investigación; y observa que a los estudiantes “les falta un poco de ese incentivo de `perder la vergüenza´, ya que es una carrera que constantemente nos tienen y nos va a tener expuestos ante la sociedad; y hay momentos que todavía cuesta presentarnos ante alguien de afuera para realizar algún trabajo” aseguró.

Paralelamente a la carrera se desenvuelve como bailarina de ritmos latinos, salsa, chacha, bachata, samba, rock, pop, entre otras. Lo que la llevó hacia la danza fue la idea de cambiar su rutina de colegio-casa. Organizó sus horarios para que no interrumpieran sus clases, es decir los fines de semana en el horario de la tarde. “Bailar hoy para mí es algo fundamental en mi vida y voy hacerlo hasta que mi cuerpo decida darle fin. Me gusta un montón los ritmos latinos, son bailes que más disfruto, en especial la salsa” expresó a BoletinCom.

Liz Comenzó en 2010, cerca del mes de Julio, con 15 años, en la Academia “Fuxión Latina”, presentando “Los Profesionales” y “Zapping”. Actualmente se encuentra en la Academia “Eleven Danzas”, ubicada en el Gimnasio Vital, próxima a cumplir 3 años. Ahora se prepara presentar a fines de julio “Divinity”. Con este grupo “Lizirilli” destacó sus dotes de bailarina en presentaciones como “Show Eleven”, “Vip noche”, “Paradise” e “Imperio” y muestras en las academias Grand jeté y Luna Azul; en fiestas de 15 para aperturas o durante la cena junto a al conjunto Artística Butterfly; entro otros. “Me tocó bailar con lágrimas en los ojos, con sonrisas, con enojos por sentir que no había dado lo mejor o había olvidado algunas secuencias. Pero lo que si aseguro, es que durante el baile siento que disfruto ese presente de vida que tengo en el lugar en el que estoy y la libertad de dejar salir todo lo que llevo adentro” comentó a BoletinCom.


Mientras conversamos, la bailarina de ritmos latinos escucha una melodía y busca expresarse sin necesidad de decir una sola palabra. Para ella el baile y la gente que hace ese ambiente es un mundo aparte que le permite romper con el estrés o cansancio de la universidad y la rutina monótona.

Liz busca constantemente crecer en lo académico, adquirir nuevas metodologías de estudio, retener conceptos claves, como así también apuntar a los entrenamientos de baile, la flexibilidad, manejar con facilidad las improvisaciones y seguir manteniendo el disfrute de cada baile y no caer en “ la desganada secuencia de pasos”.

sábado, 7 de mayo de 2016

"NO BAILO PARA IMPRESIONAR, SINO PARA MÍ MISMA"

La pasión de la danza

Silvana Noelia Bluma Capuano egresó como Licenciada en Ciencias de la Comunicación pero nunca dejó de lado su pasión por el baile. Empezó primero viendo un programa de tv en donde hacían gimnasia mientras bailaban, luego en un gimnasio y término formando parte del staff de una de las importantes Revistas salteñas llamada “Glamour”.

Por Sebastián Firme

“Tina” como la llaman algunos, ingresó a la carrera en 2006 y terminó de cursarla en 2012. Luego de dos años de trabajo intenso con su tesis logró recibirse en 2014. Eligió la carrera porque le pareció muy interesante el contenido de cada una de las materias y que “ brinda la posibilidad de desempeñarnos laboralmente en diferentes ámbitos ya sea la prensa escrita, radio, televisión, en Instituciones; y hasta en la rama de investigación; y es para mí lo que la hace interesante” enfatizó.

A Silvana, además de su carrera profesional, la define su pasión por el arte de bailar, ya que siempre, desde muy chica, le gustó y sentía esas ganas de aprender a bailar pero nunca se lo había propuesto. Empezó a los 16 años y actualmente practica diferentes ritmos entre ellos pop latino, salsa, chachacha, merengue, rumba afrocubana, son cubano, bachata, entre otros. Cada uno de estos ritmos le permitió a través de los años definir su propio estilo de baile. Le gusta bailar salsa y los latinos porque siente algo muy especial . Para ella danzar es lo que le llena el alma, le hace sentir libre, es su remedio contra la tristeza y el estrés de algunas situaciones personales. “Con cada paso, con cada movimiento siento que mi sangre hierve y mi cuerpo se libera y por eso se ha convertido en una pasión para mí. Es una actividad que además nos permite relacionarnos con otras personas y compartir objetivos en común mientras se comparte un buen momento” reveló entusiasmada.

Bailar y estudiar al mismo tiempo fue complicado, mucho más en épocas de parciales, pero nada difícil de lograr. El secreto de todo fue organizar minuciosamente los tiempos.

También formó parte de un grupo de salsa estilo femenino con el Prof. Javier Bayón. Luego en una academia llamada Studio 54, más tarde ingresó a Fuxión Latina donde fue perfeccionando todo lo que ya sabía y finalmente en 2014 se recibió de Instructora de Ritmos Latinos. También participó en los carnavales salteños, primero como pasista en la Murga Artística City Dance y Bahía Fénix Show, después como destaque en Murga Artística Maracanghalla y al año siguiente pasó a formar parte del Ballet. Por último formó parte de staff de bailarines de un

Teatro de Revista de la mano de “Glamour”, una producción salteña que contó con la participación de dos bailarines muy reconocidos de Buenos Aires, Emilia Chaya y Cristián Ponce, ambos bailarines de ShowMatch y Carmen Barbieri. Es admiradora de Mora Godoy y Eleonora Cassano.

No tuvo la oportunidad aún de trabajar en medios, pero para costear dichas actividades artísticas se ha desempeñado como secretaria administrativa y encargada del área de prensa de una institución dedicada a la lucha contra la violencia de género. Entre sus actividades estaban la difusión de cursos, actualización de las actividades de la institución en las redes sociales, campañas solidarias, etc.

La instructora y bailarina de ritmos latinos, además de contar con el apoyo de su familia y amigos, que disfrutan verla bailar y en cada una de sus presentaciones están ahí brindándole su apoyo incondicional. Silvana sigue capacitándose, para eso aprovecha las clases y talleres que vienen a dictar profesores tanto de Salta como del interior del país ya que“siempre hay algo nuevo por aprender, nunca se llega a un final” aseguró. Para este año se propone encontrar un trabajo en el que pueda volcar todo lo que aprendió en la carrera de Comunicación y en donde su tiempo sea valorado, ya que durante muchos años trabajó casi ad-honorem y quizás más adelante pueda seguir colaborando de manera solidaria con otro tipo de actividades.