Un contacto del alma con el cuerpo
Liz Ailén Aguilera está cursando el segundo año de la carrera en Ciencias de la Comunicación y también se dedica a algo que empezó siendo para ella un hobbie, un despeje y que hoy en día es fundamental en su vida, el baile. La estudiante promete cumplir de manera responsable y equitativa con ambas actividades y buscar crecer como persona.
Por Sebastián Firme
“Lizirilli” como la llaman sus amigos, ingresó a la carrera en 2015, motivada por su tía que es licenciada en Ciencias de la Comunicación. ”Me inspira su vocación a la profesión, en especial en el periodismo, al ver todas aquellas notas reflejadas en las páginas de diarios. Destacando también su espíritu comunicador que jamás se apaga” afirmó la estudiante.
Con 20 años, Liz ha descubierto que le gusta mucho la parte gráfica, hacer una crítica o un informe de investigación; y observa que a los estudiantes “les falta un poco de ese incentivo de `perder la vergüenza´, ya que es una carrera que constantemente nos tienen y nos va a tener expuestos ante la sociedad; y hay momentos que todavía cuesta presentarnos ante alguien de afuera para realizar algún trabajo” aseguró.
Paralelamente a la carrera se desenvuelve como bailarina de ritmos latinos, salsa, chacha, bachata, samba, rock, pop, entre otras. Lo que la llevó hacia la danza fue la idea de cambiar su rutina de colegio-casa. Organizó sus horarios para que no interrumpieran sus clases, es decir los fines de semana en el horario de la tarde. “Bailar hoy para mí es algo fundamental en mi vida y voy hacerlo hasta que mi cuerpo decida darle fin. Me gusta un montón los ritmos latinos, son bailes que más disfruto, en especial la salsa” expresó a BoletinCom.
Liz Comenzó en 2010, cerca del mes de Julio, con 15 años, en la Academia “Fuxión Latina”, presentando “Los Profesionales” y “Zapping”. Actualmente se encuentra en la Academia “Eleven Danzas”, ubicada en el Gimnasio Vital, próxima a cumplir 3 años. Ahora se prepara presentar a fines de julio “Divinity”. Con este grupo “Lizirilli” destacó sus dotes de bailarina en presentaciones como “Show Eleven”, “Vip noche”, “Paradise” e “Imperio” y muestras en las academias Grand jeté y Luna Azul; en fiestas de 15 para aperturas o durante la cena junto a al conjunto Artística Butterfly; entro otros. “Me tocó bailar con lágrimas en los ojos, con sonrisas, con enojos por sentir que no había dado lo mejor o había olvidado algunas secuencias. Pero lo que si aseguro, es que durante el baile siento que disfruto ese presente de vida que tengo en el lugar en el que estoy y la libertad de dejar salir todo lo que llevo adentro” comentó a BoletinCom.
Mientras conversamos, la bailarina de ritmos latinos escucha una melodía y busca expresarse sin necesidad de decir una sola palabra. Para ella el baile y la gente que hace ese ambiente es un mundo aparte que le permite romper con el estrés o cansancio de la universidad y la rutina monótona.
Liz busca constantemente crecer en lo académico, adquirir nuevas metodologías de estudio, retener conceptos claves, como así también apuntar a los entrenamientos de baile, la flexibilidad, manejar con facilidad las improvisaciones y seguir manteniendo el disfrute de cada baile y no caer en “ la desganada secuencia de pasos”.
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