Un 2 de mayo dejaba este mundo el pedagogo brasilero Paulo Freire. Durante su vida fue reconocido por haber construido las bases para pensar la pedagogía como un acto de libertad. Sus obras nos condujeron a entender la educación desde otro lugar. Fue un pensador libre y revolucionario que luchó incansablemente por la emancipación de las clases populares.
Hace 19 años, en Sao Paulo (Brasil), fallecía abruptamente a los 75 años el educador y filósofo Paulo Freire, de una insuficiencia cardíaca, lo que provocó una gran pérdida par el mundo intelectual no sólo de Brasil sino también de todo el mundo.
Considerado el padre de la pedagogía de la liberación, Freire dedicó su vida a la alfabetización de los trabajadores más necesitados y de las clases oprimidas. Freire sostenía que “todo acto educativo es un acto político”. También consideraba que la sociedad en su totalidad debía luchar por una educación que nos enseñe a pensar y no simplemente a obedecer.
Perseguido y encarcelado durante el golpe militar que azotó a Brasil en 1964, Paulo Freire se exilió en Bolivia. Allí continuó trabajando por construir un nuevo camino para la pedagogía, que incluyera a todos los sectores de la sociedad y lograra la construcción de seres sociales, activos, críticos y pensantes. El intelectual entendía la educación como un acto político y parte esencial de la vida humana.
En 1979, el pedagogo vuelve a Brasil tras catorce años de exilio gozando de un reconocimiento a nivel mundial. Después de haber escrito veinticinco obras, entre las que se pueden recordar “Educación como práctica de libertad” y “Pedagogía del oprimido”.
Actualmente, Paulo Freire es considerado uno de los teóricos de la educación más influyentes en el pensamiento del siglo XX. Sus ideas y perspectivas sobre la educación siguen vigentes. Su esfuerzo y aportes a la pedagogía sin duda, lo han inmortalizado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario