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jueves, 16 de junio de 2016

“LA MÚSICA ES UNA DE LAS MANERAS MÁS HERMOSAS DE CONTAR ALGO”

Expresión, libertad y alma

Camila Staudenmayr es alumna del segundo año de la carrera de Ciencias de la Comunicación y nos cuenta cómo combina en su vida el canto y los estudios.

Por Lourdes Rasgido Brown

“Cami” tiene 19 años y cursa actualmente el segundo año de la carrera de Ciencias de la Comunicación. Nació en Buenos Aires, a los dos años se mudó a Catamarca y el año anterior se instaló en Salta para comenzar sus estudios universitarios. Sin saber muy bien de qué se trataba o con qué se iba a encontrar decidió jugársela por sus instintos y seguir adelante. Creía que la carrera podía llegar a tener muchas cosas interesantes que podrían llegar a gustarle. Con el paso del tiempo descubrió que el mundo de la comunicación era apasionante y mucho más complejo de lo que había imaginado. “Encontrar esta carrera fue una especie de jugada del destino”, comenta Camila.

Desde el momento en que comenzó a transitar este camino, la carrera abrió mucho más su mente, le mostró cosas que desconocía o pasaban desapercibidas para ella, logró cambiar en algunos aspectos la ideología con la que venía desde el secundario, “quizás pasé a ser otra ante tantas nuevas perspectivas” dice Camila y asegura “desde que entré a la facultad, siento que la carrera me está formando no sólo como profesional, sino también como persona y ciudadana, lo que me parece mucho más importante”.

Camila de su experiencia de cursado, destaca la atención que recibe de sus profesores, los considera personas muy apasionadas por lo que hacen. Acompañar al estudiante desde el primer momento es para ella algo esencial que cualquier docente debería poder brindar, es por eso que los ve como personas dedicadas a su profesión que pueden llegar a ayudar a sus alumnos a descubrir pasiones y aptitudes ocultas en cada uno de ellos.

En paralelo al cursado de la carrera, Camila Staudenmayr se destaca como cantante, el canto es para ella un espacio en donde no sólo puede contar muchas historias sino también ser parte de ellas. “El canto para mí es expresión, libertad, alma. Me ayudó muchísimo a entender como canalizar ciertas emociones y descubrir otras partes de mí misma” asegura. Aunque lo considere un hobby, Camila está dispuesta a cantar siempre donde la inviten, porque es una actividad que disfruta. “Canto no sólo para los demás sino también para mí misma”, puntualizó.

Si bien canta desde hace muchos años, a los 15 comenzó a estudiar, es decir, practicarlo de una manera más profesional. En los talleres descubrió que era algo que realmente le

gustaba y que quería seguir haciendo por muchos años más. Desde entonces no paró y con diferentes profesores descubrió nuevas técnicas de canto con la intención de seguir esta pasión que, en un principio, permaneció oculta. Así fue como también comenzó a estudiar durante dos años guitarra. Una actividad que hoy en día quedó olvidada pero que no duda en retomarla en algún momento, y así aprender a tocar otro instrumento.

Camila considera a la música como sanadora ya que con el paso del tiempo entendió que puede ser terapéutica para mucha gente. “Soy consciente de lo sanador que puede ser el canto, comprendí que cuando uno expresa algo a través del arte para otras personas, no sabe a qué se puede enfrentar” comenta la joven. Para ella un artista no es sólo un vendedor de emociones, sino también una gran influencia en los sentimientos del otro, de aquel que puede llegar a oír su voz. Lo que más disfruta de cantar es sin dudas la conexión con los demás.

Cami cuenta que puede pasar todos y todo el día cantando. “Es una parte de mí, no me gustaría dejar de hacerlo nunca”. Ama tanto la música que actualmente toma clases de canto una vez a la semana con la profesora Ivana Rojas y participa cada vez que puede de concursos o eventos en donde puede expresarse de la forma que más disfruta, cantando.

Sobrellevar lo artístico y el cursado es todo un desafío ya que Camila se considera una persona muy atareada, alguien que no para en toda la semana. Aunque las actividades diarias son diversas, suele encontrar la manera más ordenada de sobrellevar todo, no sólo lo artístico sino también lo académico. Para eso cuenta con la ayuda de gente que siempre la apoya en lo que hace y que la acompaña en cada paso que da. “Estoy inmensamente agradecida por todo el cariño que me dan las personas que me rodean”, contó.

Camila Staudenmayr planea a futuro, continuar con todo lo que le gusta. Es una persona con muchos proyectos en mente y abierta a experiencias que puedan surgir. “Me gusta caminar sin mapas” concluyó.

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