Se cumple un año más de la Matanza de Tlatelolco

48 años sin justicia

Durante la Presidencia de Gustavo Díaz Ordaz, se generaron diversas manifestaciones estudiantiles que culminaron en los sangrientos sucesos de Tlatelolco.

A días de dar inicio a los Juegos Olímpicos en México, el 2 de Octubre de 1968 el movimiento estudiantil cumplía ya dos meses del inicio de las huelgas y del enfrentamiento constante de la acción represiva de la policía y el ejército que hasta ese momento habían provocado una decena de muertes. 
El secretario de Gobernación Luis Echeverría Álvarez encabezó un comité de seguridad para controlar la situación y el régimen crea un escuadrón militar especial llamado “Batallón Olimpia” a cargo de garantizar la seguridad de los J.J.O.O. Sin embargo este objetivo se desvirtuó y se convirtió en un grupo de choque para mantener la protesta social y atacar el movimiento estudiantil.
Es así como miembros del Batallón, vestidos de civiles con un pañuelo o guante blanco en la mano izquierda, se infiltraron en la manifestación que se encontraba en la Plaza de las Tres Culturas, hasta llegar al tercer piso del edificio Chihuahua donde estaban los oradores del Consejo Nacional de Huelga y varios periodistas. De repente, dos bengalas fueron disparadas desde la torre de Tlatelolco como señal para que los francotiradores del Batallón Olimpia abrieran fuego en contra de los manifestantes y militares, haciéndoles creer a estos últimos que los estudiantes eran los agresores, de modo tal que los militares ante la confusión e intento de defenderse dispararon hacia la multitud y no contra sus agresores, dando origen a una masacre lamentable.
Los líderes estudiantiles son enfrentados por un grupo armado con un guante blanco, y son entregados y golpeados por el ejército obligados a quedar en ropa interior. Mientras que otros fueron llevados al ex convento situado al lado de la iglesia de Santiago en donde reunieron a casi 3000 detenidos, llevados al Campo Militar N° 1. Al caer la noche la Plaza fue limpiada por los bomberos y los cadáveres levantados por grúas para luego ser incinerados o  arrojados. Hasta la fecha se desconoce el número total de fallecidos pero se estima que fueron entre 200 a 300 personas las asesinadas esa noche.
Pero lo que no se desconoce es la lucha estudiantil y social en contra de un gobierno intolerante y autoritario ante las peticiones de una democracia verdadera, mejores condiciones de vida y justicia e igualdad para todos. Como así también el derecho a la libertad de expresión. En ese entonces los medios de comunicación estaban fuertemente censurados y la matanza de los estudiantes no fue muy difundida, sobre todo para evitar una mala imagen internacional, al punto de perseguir a los periodistas dentro y fuera del país.

El 8 de noviembre de 2011, el Congreso de la Unión declaró el 2 de octubre, día de duelo nacional. Además, se propuso inscribir dicha fecha en el muro de honor de la Cámara de Diputados, en memoria de los "mártires de la democracia".