Entrevista con Martín Wasserman
En el marco de las XXV Jornadas de Historia Económica se reveló la Tesis Doctoral ganadora del “VI Concurso de la Asociación Argentina de Historia Económica 2016”. El trabajo seleccionado se denomina “Las prácticas crediticias en Buenos Aires durante el S. XVII. Instrumentos, contextos relacionales e instituciones en una sociedad emergente”
La semana pasada se realizaron las XXV Jornadas de Historia Económica en la facultad. Además se dio a conocer la tesis ganadora del “VI Concurso de la Asociación Argentina de Historia Económica 2016”. El trabajo de Martín Leandro Ezequiel Wasserman, “Las prácticas crediticias en Buenos Aires durante el S. XVII. Instrumentos, contextos relacionales e instituciones en una sociedad emergente” resultó electo. La tesis estuvo dirigida por el Dr. Roberto Schmit. Wasserman es Doctor en Historia en la Universidad de Buenos Aires, Magíster en Investigación Histórica en la Universidad de San Andrés y Profesor de Historia en la Universidad de Buenos Aires. Boletín Humanidades dialogó con el investigador ganador de la distinción.
Boletín Humanidades: ¿Qué significa para usted el reconocimiento a su tesis doctoral?
Martín Wasserman: La verdad que es el mayor reconocimiento que podría llegar a obtener la Tesis Doctoral, porque es la asociación de nuestra república reconociendo un trabajo de posgrado. Es un estímulo por un lado personal, por supuesto, porque es una gran satisfacción. Pero por otro, es un estímulo profesional porque implica mantener activa la investigación. Es decir precisamente tratar de transformar en una nueva siembra lo que uno va cosechando.
Es una oportunidad para poder seguir abriendo el diálogo sobre la historia económica, es un gran hito más en la cantidad innumerable de libros que hay sobre historia económica. Pero este de alguna manera también trata de poner en evidencia que hay algunos aspectos que habitualmente quizás no fueron tenidos en cuenta como parte de la historia económica y que de una manera que no sé si es exitosa pero trató de incorporar esos parámetros sociales culturales como parte del desarrollo de la economía.
B.H ¿Cómo fue el proceso de investigación?
M. W: El proceso de investigación demoró unos 5 o 6 años aproximadamente y bueno, no tiene mucha más magia que leer la bibliografía existente dentro de las posibilidades porque también el tiempo tiene una materialidad determinada así que hay condiciones para poder hacerlo y trabajar mucho con los documentos.
Yo trabajé en el Archivo General de la Nación, con los documentos quiero decir, investigando particularmente con los protocolos notariales que es el corazón de las fuentes de mi trabajo y después también obviamente con otros documentos del mismo género en distintas salas, en la sala 9, la sala 13 y otros como el Archivo Parroquial de La Merced, en donde por ejemplo pude reconstruir los lazos de parentesco sacramental y hacer un contraste entre esos vínculos crediticios desplegados. Por ejemplo frente al notario o denunciado por el testador en su testamento, contrastarlos con la construcción de lazos por fuera de esta órbita económica, es
decir qué dice acerca de esa lógica relacional la coexistencia o no de lazos crediticios y de lazos parentales por ejemplo.
B.H: ¿Cuáles son sus expectativas con respecto a la publicación del trabajo?
M. W: Tratar de proponer a través del libro que la historia económica es una parte importante de las Humanidades y de las Ciencias Sociales, donde hay por supuesto insumos de la teoría económica. Y hay un diálogo constante con economistas que trabajan la historia de la economía y que de alguna manera también tienen aportes metodológicos fundamentales, pero poner en evidencia que los problemas que trabaja la historia económica son problemas que surgen de los interrogantes de las humanidades y de las Ciencias Sociales.
Aparte obviamente de redescubrir en última instancia una sociedad que estuvo muy olvidada en la historiografía que es el Buenos Aires del siglo XVII. La historiografía tradicionalmente se ha ocupado más específicamente de Buenos Aires, en un centro de atención como lo es el siglo XVIII en adelante. Pero hacia atrás ha tenido menor atención. No es que no la haya tenido pero fue escenario de menor cantidad de estudios. Entonces un poco ese es el doble interés. Tratar de pensar, quizás como un tercer interés, qué prácticas económicas, no sólo crediticias, y qué mecanismos económicos pueden pensarse para intervenir creativamente en la reflexión crítica sobre la sociedad contemporánea. Es decir, qué hay de aquella sociedad de antiguo régimen que pueda tener una utilidad para pensar las cosas que siguen generando desigualdad y exclusión en la sociedad contemporánea.
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