Ni una menos
Este viernes se realizó la marcha 271 de la Comisión de familiares contra la impunidad en homenaje al aniversario de la muerte de Cintia Fernández.
Pasadas las 19 horas de una tarde invernal en la ciudad de Salta, todo parecía estar dispuesto para arrancar. Carteles en el piso, banderas en los pilares, los familiares que llegaban se saludaban entre sí, y de a poco la vereda se iba colmando. De repente empezó a sonar la alarma que marca el inicio de la marcha, Raúl, uno de los referentes de la Comisión de familiares toma la palabra "papás vamos a empezar la marcha, agarre cada uno su cartel y tomemos la calle". Y así fue, en minutos la calle se colmó y la marcha empezó frente a la Legislatura provincial. Bajo la consigna " Déjense de romper las pelotas, y pónganse a trabajar" inició la marcha 271, en esta oportunidad en homenaje a Cintia Fernández, a cinco años de su muerte; pero también por todos los casos que reúne a la Comisión cada viernes.
"Basta de gatillo fácil", " Ni una menos", "Justicia por Cintia" eran algunos de los carteles que llenaban de contenido la noche fría. Adelante los familiares, atrás las organizaciones sociales que acompañan la lucha, agrupaciones políticas y ciudadanos en general. Al llegar a la plaza 9 de Julio, todo estaba listo para el homenaje. Ana Fernández, una mujer luchadora, mamá de Cintia tomo la palabra. Recordó a su hija emocionada pero también aprovechó para dar cuenta de lo bochornosa que es la causa; la complicidad judicial y política; el cambio de jueces; la impunidad.
Cintia Vanesa Fernández era una joven, llena de proyectos, de ilusiones. Una joven con mucho futuro. Ella estaba prácticamente recibida, había estudiado la licenciatura en genética en la Universidad Nacional de Misiones y luego hizo parte de su tesis en Río de Janeiro. Para ella fue muy importante esa tesis porque le abrió puertas laborales para ir a trabajar a Brasil luego de que defendiera su tesis. Sólo estaba esperando la fecha para viajar y recibirse. "A mi hija le cerraron sus ojitos, sus grandes ojos, vivaces; y apagaron su sonrisa. Ella siempre estaba sonriente, yo le decía que su sonrisa iluminaba el cielo. Hasta el día de hoy yo creo que su sonrisa ilumina el cielo, porque ella me da la fortaleza para seguir luchando" expresó Ana.
Después de sus palabras se proyectó en pantalla gigante un vídeo de Cintia, sobre su vida y la lucha de su madre. Luego se presentaron cinco videos minuto sobre femicidios producidos por los estudiantes de comunicación que cursan la cátedra de cine y vídeo.
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