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miércoles, 4 de noviembre de 2015

AMENAZAS, DESPRECIO, HUMILLACIÓN: OTRAS FORMAS DE MACHISMO

¿Qué es la violencia psicológica?


Por Lic. Maru Rocha Alfaro

Red PAR Salta – Periodistas de Argentina en Red



Ella ve y siente oscuridad en todo el cuerpo, mientras tiembla como una hoja y le caen lágrimas de sus ojos bien cerrados, tan apretados que cree no poder abrirlos. En su cabeza retumban, una y mil veces, las palabras que le dijo recién su ex pareja: “si no sos mía no vas a ser de nadie. Si te veo con otro te mato”. Mientras le apuntaba con el arma reglamentaria casi, casi clavándosela en el cuello como si fuera un cuchillo.

Esto no es mostrar amor a una mujer sino que es un acto de la violencia más canalla: la psicológica o emocional. Es el daño a la integridad moral y psíquica de la mujer que se encuentra en situación de vulnerabilidad, dominación, subordinación y desigualdad en relación al hombre que comete este delito.

¿Qué hay detrás de una amenaza como la descripta al comienzo de esta nota? Muchas otras amenazas sutiles e invisibles desde el comienzo de la relación, hasta que se transforman en una forma natural o normal de convivir en la cotidianeidad del hogar.

También hay creencias y pensamientos muy arraigados y para nada cuestionados sobre la pertenencia de la mujer al hombre como si ella fuera su objeto. Hay manipulación, humillación, desprecio, insultos. Hay una compleja y desequilibrada relación entre mujer y hombre, donde los derechos de la mujer se ven avasallados por el sentido de falsa superioridad que la cultura machista le da al hombre.

Ser hombre y ser macho

Los hombres maltratadores suelen tener una imagen muy negativa de sí mismos aunque no lo reconozcan. Esto les provoca una autoestima baja, sentirse fracasados como persona y tener una conducta amenazante y omnipotente. La sociedad machista ha destacado y sostenido la omnipotencia de los hombres como una virtud, un signo de virilidad y fortaleza; enseñándoles que no tengan en cuenta sus propios procesos emocionales, ni presten atención a sus sentimientos ya que esto hace que se sientan vulnerables y “los machos no deben ser así”.

Ser víctima y ser culpable

Las mujeres víctimas de la violencia psicológica tardan en darse cuenta de que lo que viven no es normal, ni natural; como así también en darse cuenta que no es su culpa, ni se lo han buscado. La negación y justificación que desarrolla una mujer víctima de violencia de género es un mecanismo de defensa. Tiene como objetivo central su supervivencia, es decir, una “cierta” seguridad en la vida que lleva.

El machismo no es visto como una relación desigual entre hombre y mujer sino como una forma de ser natural, virtuosa y necesaria del hombre. Aceptar que su verdugo la maltrata y que ella se somete por terror y no por amor o necesidad, es su primer paso hacia la liberación.

Derechos vigentes

La ley nacional 26.485 de “Protección Integral hacia las Mujeres” define a la violencia psicológica (art. 5) como “La que causa daño emocional y disminución de la autoestima o perjudica y perturba el pleno desarrollo personal o que busca degradar o controlar sus acciones, comportamientos, creencias y decisiones, mediante amenaza, acoso, hostigamiento, restricción, humillación, deshonra, descrédito, manipulación o aislamiento”. Es un tipo de violencia de género que se enmarca reiteradamente dentro de la violencia doméstica.

Reflexionar sobre las creencias y conductas machistas de mujeres y hombres es el desafío que nos toca para lograr relaciones sin violencias, no tóxicas, vínculos familiares sanos. Y, esencialmente, para detectar y prevenir la violencia de género que anualmente mata a más de un centenar de mujeres en Argentina y deja sin sus madres a niñas y niños inocentes.

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