Al cumplirse cuatro décadas de uno de los sucesos que marcó profundamente a nuestro país y especialmente a nuestra región. Recordamos la historia detrás de la noche del apagón. El operativo represivo llevado a cabo por la última dictadura militar con la complicidad de autoridades del ingenio azucarero Ledesma (Jujuy).
Hoy recordamos el catastrófico 27 de Julio de 1976 en el que un corte luz en las localidades de Libertador San Martín, Calilegua y El Talar de la Provincia de Jujuy, dio lugar al secuestro de 400 personas , muchas de ellas trabajadores del Ingenio Ledesma, uno de las empresas más grandes de la Argentina.El “Apagón de Ledesma” fue uno de los operativos más grandes de represión de la última dictadura militar. Los “apagones del terror” comenzaron de a poco una semana antes del 27 con el secuestro de obreros y de Luis Aredez ex intendente de la Ciudad de Libertador San Martín y ex médico de la obra social del sindicato de trabajadores del Ingenio Ledesma. También gran defensor de la salud y derecho de los obreros, especialista en enfermedades derivadas de la contaminación como la bagazosis, enfermedad producida por la inhalación de gases y polvo de caña enmohecidos.
Entre el 20 y 27 de julio de 1976, se produjeron una serie de cortes de suministro eléctrico en las ciudades cercanas al ingenio azucarero Ledesma, ocasionados intencionalmente por la dictadura militar con el fin de secuestrar a estudiantes, militantes y obreros del ingenio, que luego serían llevados a centros clandestinos de represión. Muchos aún hoy continúan desaparecidos.
El operativo represivo ocultó detrás de sí una siniestra complicidad entre el gobierno de facto y el ingenio Ledesma (a cargo de Carlos Blaquier), para hacer desaparecer a personas que resultaban un obstáculo para el gobierno y la empresa jujeña. La noche en que se sucedieron los hechos, sorprende que el ingenio azucarero fuera el único que tuviera electricidad y que la mayoría de las personas secuestradas fueran obreros que luchaban por los derechos del trabajador que venían siendo vulnerados por los capataces y autoridades de Ledesma.
Otro hecho que puso en evidencia esta complicidad fue que los vehículos pertenecientes a la empresa circularan durante toda la noche y fueran identificados como participantes en los secuestros. Así lo recuerda Ricardo Aredez, hijo de Luis Aredez (una de las víctimas de la noche del apagón) “Vi las camionetas de Ledesma actuando con total impunidad, acorralando gente y llevándosela en sus móviles. Luego eran conducidas a la base de Gendarmería que estaba adentro del ingenio”.
El Ingenio Ledesma se dedica hasta el día de hoy a la producción de jugos concentrados, bioetanol, jarabes, carnes, cereales pero sus principales producciones son el papel y el azúcar lideran el mercado de estos productos. Hace unos días El Ingenio Ledesma fue foco de las noticias nuevamente, obreros salieron a las calles a demandar aumento salarial a lo que Morales, Gobernador actual de la provincia de Jujuy, respondió “La falta de acción del fiscal federal fue patética, lamentable; estamos evaluando el accionar de la justicia federal, y al que no actúe bien lo vamos a demandar penalmente, los jujeños estamos hartos de los cortes de ruta” aludiendo al accionar del Fiscal Domingo Batule que decidió intervenir a través del diálogo sin represión física. Además agregó que los que participaron de la huelga obrera deberán pagar una multa de $6.000 por irrumpir en la ruta y atrasar el paso vehicular.
Actualmente, a 40 años del suceso se realizó el 22 de julio en Jujuy la 33° marcha por el apagón, encabezada por familiares de los detenidos y desaparecidos. Además participaron diferentes agrupaciones como, CAPOMA (centro de acción popular Olga Aredez por los derechos humanos), Túpac Amaru, gremios de ATE, ADEP y PTP, juntos marcharon desde Calilegua hasta Libertador general San Martín, reclamando el encarcelamiento de Blaquier y Lemos, la liberación de Milagro Sala y por MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA.
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