#NiUnaMenos
Organizaciones sociales, instituciones, movimientos sociales, partidos políticos, personas autoconvocadas, entre muchxs otrxs, marcharon ayer por las calles de la ciudad en repudio a los crímenes contra las mujeres.
Por Amanda Gutierrez y Nicolas Abalos
Organizaciones sociales, instituciones, movimientos sociales, partidos políticos, personas autoconvocadas, entre muchxs otrxs, marcharon ayer por las calles de la ciudad en repudio a los crímenes contra las mujeres.
Por Amanda Gutierrez y Nicolas Abalos
Ayer la plaza 9 de julio se colmó de agrupaciones, movimientos
sociales, escuelas de teatro, institutos de educación superior, entre
tantos otros movimientos; para decirle a la sociedad salteña
#NIUNAMENOS. La facultad de Humanidades resolvió declarar asueto para
docentes, personal de apoyo y estudiantes participar de la marcha. El
CUEH también apoyó la convocatoria y gestionó dos colectivos de la
U.N.Sa para llegar a la plaza principal.
Esperamos un buen rato
en la parada. Las clases terminaron a las cuatro de la tarde y teníamos
un buen margen de tiempo para llegar desde la universidad hasta la plaza
9 de julio a las cinco. Unos 25 minutos aproximadamente de viaje. Ya
casi cerca de la parada que nos deja a solo una cuadra de la plaza,
escuchamos el sonido de bombos y altoparlantes que cruzaban la avenida
Manuel Belgrano. –Uh cierto! Hoy es eso de #NiUnaMenos-. Exclamó uno de
los pasajeros, mientras baja rápidamente del cole.
Docenas de agrupaciones de todo tipo se hicieron eco de la consigna de #NiUnaMenos en la plaza principal de Salta y en las de todo el país. No se sabe bien cuál es la cabeza de la marcha, tampoco importa. Por un instante todos se funden en una sola masa de personas sin ningún tipo de distinción. –Parece que el partido obrero va a encarar por la avenida San Martín-. Cuchichea alguien a mi lado mientras la masa homogénea empieza a enarbolar sus banderas y pancartas para arrancar con la caminata. La marcha tiene ahora dos extremos: un encabezado por el “Frente Popular Ni Una Menos” que seguirá por Zuviria, Leguizamón hasta laLegislatura y de regreso a la plaza por la Bartolomé Mitre. El otro extremo guiado por el “MST”, trazará su camino en dirección contraria en busca de la Avenida San Martin, y regresará a la plaza principal por la Avenida Belgrano.
***
Las voces se hacían sentir , cada vez más fuerte , al unísono , los cantos diferentes , pero el mismo pedido , miro a un costado y veo el cartel de la Cruz Roja , me acercó a las chicas que lo llevaban y pregunto:¿cómo vinieron? “El profe nos trajo contesta una” .Lo veo y muchas preguntas surgieron, el profe que está a cargo de la cátedra de Enfermería y Radiología se muestra accesible y comparte: “es hora de que se termine con la violencia en todos lados. El machismo tiene que terminar de alguna manera igual que el fanatismo porque no nos lleva a ninguna parte” en sus palabras hay firmeza, y ahí es cuando me doy cuenta que la marcha está avanzando y esto recién empieza.
Docenas de agrupaciones de todo tipo se hicieron eco de la consigna de #NiUnaMenos en la plaza principal de Salta y en las de todo el país. No se sabe bien cuál es la cabeza de la marcha, tampoco importa. Por un instante todos se funden en una sola masa de personas sin ningún tipo de distinción. –Parece que el partido obrero va a encarar por la avenida San Martín-. Cuchichea alguien a mi lado mientras la masa homogénea empieza a enarbolar sus banderas y pancartas para arrancar con la caminata. La marcha tiene ahora dos extremos: un encabezado por el “Frente Popular Ni Una Menos” que seguirá por Zuviria, Leguizamón hasta laLegislatura y de regreso a la plaza por la Bartolomé Mitre. El otro extremo guiado por el “MST”, trazará su camino en dirección contraria en busca de la Avenida San Martin, y regresará a la plaza principal por la Avenida Belgrano.
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Las voces se hacían sentir , cada vez más fuerte , al unísono , los cantos diferentes , pero el mismo pedido , miro a un costado y veo el cartel de la Cruz Roja , me acercó a las chicas que lo llevaban y pregunto:¿cómo vinieron? “El profe nos trajo contesta una” .Lo veo y muchas preguntas surgieron, el profe que está a cargo de la cátedra de Enfermería y Radiología se muestra accesible y comparte: “es hora de que se termine con la violencia en todos lados. El machismo tiene que terminar de alguna manera igual que el fanatismo porque no nos lleva a ninguna parte” en sus palabras hay firmeza, y ahí es cuando me doy cuenta que la marcha está avanzando y esto recién empieza.
Sigo con la multitud, camino y miro. Me detengo porque era ella, “A mi
mamá le pasó que es maestra” dice. Se trata de Sofía Murillo, la hija
de la docente asesinada el pasado octubre en la escuela albergue en la
que trabajaba. La en joven habla de su madre en presente, “soy
consciente de que no quiero que le pase a nadie más”nos dice mientras
avanza con la marcha.
“Hay personas que creen que las mujeres se buscan esto y no es así porque mi mamá no se lo buscó, sólo quiso defender a sus alumnos” argumentó Sofía. Ayer, justamente ayer, se cumplían ocho meses del asesinato de Evelia Murillo, quien daba clases en la escuela “El Bodabal” y recibió un tiro en el pecho, frente a sus alumnos tras intentar defender a una de ellas de un hombre que la acosaba.
Pero Sofía no estaba sola, no era la única historia que debemos lamentar, sufrir y condenar. Son muchas, eran muchas…
***
Ana y Emilia son psicólogas comunitarias y miembros de la Residencia de Psicología Universitaria no se callaron y compartieron su preocupación frente a los datos estadísticos actuales. “La situación atraviesa nuestras prácticas” afirmó Ana y “las estadísticas hablan por sí mismas” agrega Emilia expectante ante las palabras de su compañera, “más allá de nuestro rol como profesional, como mujeres nos parece una oportunidad para visibilizar que esto está pasando en Salta” concluye.
***
El termómetro pisaba los 26 grados y el sol se perdía entre los edificios que rodean la plaza principal. La sombra nos cubrió en gran parte, sólo algunos rayos de sol se colaban a través de los intersticios entre algunos de los edificios de la calle España y Mitre. Cerca de ahí estaban “Las leonas” aguardando pacientes su turno de ingresar a la gran columna, mientras la marcha respiraba de rato en rato para dejar ingresar a otros movimientos. Las leonas es el nombre de un grupo de “whatsap” de mujeres entre 25 y 60 años, que surgió en marzo de este año y es administrado por Gabriela Martínez. “Ahí comentamos nuestros problemas, nos ayudamos, nos aconsejamos, no juntamos a tomar mates algunas a veces. En realidad esta es la primera reunión en la que nos conocemos todas” comenta Gabriela, mientras avanzamos lentamente hacia la gran columna. El grupo está compuesto por 17 mujeres que comparten recetas, hablan de los hijos y de situaciones cotidianas que afectan a cada una. El nombre del grupo nació de manera espontánea y sin ningún tipo de asambleas o reuniones agotadoras. “Mirá. Se me ocurrió de la nada armar el grupo y le puse “Las Leonas” porque somos luchadoras y defendemos a los hijos con garras y dientes” comenta de manera sencilla Gabriela.
Igual que muchas otras, Las Leonas también se organizaron a través de “whatsap” para autoconvocarse a la marcha de #NiUnaMenos. “Venimos a la marcha por todo lo que está pasando, todas somos madres. Marchamos para que se termine la violencia en contra del género femenino” exclama Gabriela. A pesar de que considera que vivimos en una sociedad machista, agradece la presencia de los hombres en la marcha. “Pero siempre hay esos tipos de hombres de mente cerrada y les pedimos que tomen conciencia porque ellos también nacieron de una mujer” expresó la administradora del grupo.
La marcha continúa y el canto también, tengo la sensación de que los carteles se me acercan y el color lila cobra protagonismo. Son muchas. Bailan y animan, hay purpurina en sus rostros y algunas tienen antifaces. Me asomo y Damaris (17) me comenta: “Somos de la Academia de Baile Leonor Pedroza, vinimos apoyar la marcha”. Agitada por el baile a la vez que entusiasmada termina con la consigna, “No queremos golpes, queremos ser libres”.
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“Hay personas que creen que las mujeres se buscan esto y no es así porque mi mamá no se lo buscó, sólo quiso defender a sus alumnos” argumentó Sofía. Ayer, justamente ayer, se cumplían ocho meses del asesinato de Evelia Murillo, quien daba clases en la escuela “El Bodabal” y recibió un tiro en el pecho, frente a sus alumnos tras intentar defender a una de ellas de un hombre que la acosaba.
Pero Sofía no estaba sola, no era la única historia que debemos lamentar, sufrir y condenar. Son muchas, eran muchas…
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Ana y Emilia son psicólogas comunitarias y miembros de la Residencia de Psicología Universitaria no se callaron y compartieron su preocupación frente a los datos estadísticos actuales. “La situación atraviesa nuestras prácticas” afirmó Ana y “las estadísticas hablan por sí mismas” agrega Emilia expectante ante las palabras de su compañera, “más allá de nuestro rol como profesional, como mujeres nos parece una oportunidad para visibilizar que esto está pasando en Salta” concluye.
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El termómetro pisaba los 26 grados y el sol se perdía entre los edificios que rodean la plaza principal. La sombra nos cubrió en gran parte, sólo algunos rayos de sol se colaban a través de los intersticios entre algunos de los edificios de la calle España y Mitre. Cerca de ahí estaban “Las leonas” aguardando pacientes su turno de ingresar a la gran columna, mientras la marcha respiraba de rato en rato para dejar ingresar a otros movimientos. Las leonas es el nombre de un grupo de “whatsap” de mujeres entre 25 y 60 años, que surgió en marzo de este año y es administrado por Gabriela Martínez. “Ahí comentamos nuestros problemas, nos ayudamos, nos aconsejamos, no juntamos a tomar mates algunas a veces. En realidad esta es la primera reunión en la que nos conocemos todas” comenta Gabriela, mientras avanzamos lentamente hacia la gran columna. El grupo está compuesto por 17 mujeres que comparten recetas, hablan de los hijos y de situaciones cotidianas que afectan a cada una. El nombre del grupo nació de manera espontánea y sin ningún tipo de asambleas o reuniones agotadoras. “Mirá. Se me ocurrió de la nada armar el grupo y le puse “Las Leonas” porque somos luchadoras y defendemos a los hijos con garras y dientes” comenta de manera sencilla Gabriela.
Igual que muchas otras, Las Leonas también se organizaron a través de “whatsap” para autoconvocarse a la marcha de #NiUnaMenos. “Venimos a la marcha por todo lo que está pasando, todas somos madres. Marchamos para que se termine la violencia en contra del género femenino” exclama Gabriela. A pesar de que considera que vivimos en una sociedad machista, agradece la presencia de los hombres en la marcha. “Pero siempre hay esos tipos de hombres de mente cerrada y les pedimos que tomen conciencia porque ellos también nacieron de una mujer” expresó la administradora del grupo.
La marcha continúa y el canto también, tengo la sensación de que los carteles se me acercan y el color lila cobra protagonismo. Son muchas. Bailan y animan, hay purpurina en sus rostros y algunas tienen antifaces. Me asomo y Damaris (17) me comenta: “Somos de la Academia de Baile Leonor Pedroza, vinimos apoyar la marcha”. Agitada por el baile a la vez que entusiasmada termina con la consigna, “No queremos golpes, queremos ser libres”.
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Ya nos acercamos a la legislatura que luce un costoso banner con la consigna de la jornada. Pero allí no hay nadie, solo la policía por si sucede algo. Una chica de la academia de baile llega casi sin voz. A pesar de ello grita –¡¿Qué queremos?! Y el coro de chicas y familiares de las danzantes responde –¡Ni Una Menos!
La estancia de la marcha en el Palacio Legislativo no se prolonga mucho. La tarde va cediendo ante la noche y la Mitre sirve como una arteria de desagote de la muchedumbre que vuelve hacia la plaza.
La 9 de julio está repleta y el exhausto grito sigue siendo ¡NiUnaMenos!
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Foto: Nicolás Abalos
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