Egreso
Silvia Mendoza es profesora de Letras y en marzo defendió su tesis de grado de la carrera de Licenciatura en Ciencias de la Comunicación; junto a su compañera y amiga Carolina Méndez.
Silvia Mendoza defendió su tesis de Grado “Las voces tras las rejas. Aportes de la Teoría de la Enunciación para el análisis de los discursos de los estudiantes de Ciencias de la Comunicación (UNSa) en contexto de encierro” el 20 de marzo pasado. El trabajo final se realizó bajo la dirección de la Mg. Paula Andrea Cruz.
Silvia decidió realizar su trabajo final de grado junto a su mejor amiga Carolina Méndez con la que ingreso a la carrera en 2007. Juntas iniciaron con su trabajo de investigación en 2011 y después de varios años de arduo trabajo consiguieron su título de grado.
La nueva licenciada, Silvia Mendoza, accedió a una entrevista con BoletinCom para contarnos sobre su paso por la universidad pública y la cárcel como su objeto de investigación; sus planes a futuro y lo que piensa acerca de la carrera.
¿Qué expectativas tenías sobre la carrera cuando empezaste?
Estaba feliz porque me había enterado de que dictaban la carrera de Comunicaciones en la universidad pública y me anoté porque me encantan los medios gráficos y audiovisuales.
Durante la cursada ¿Se cumplieron esas expectativas?
Sí, me gustó porque había una carga importante de materias relacionadas a las ciencias del lenguaje y a la semiótica.
¿Qué fue lo que más y lo que menos te gustó del paso por la Universidad?
Lo que más me gustó fue haber conocido a grandes personas, por ejemplo, a mi compañera de tesis, me gustaba tomar mate y sentarme a analizar y a discutir textos, películas, trabajar en equipo, entre otras cosas. Lo que menos me gustó fue haberme demorado tanto para finalizar la tesis.
¿Cómo elegiste tu tema y director?
El tema surgió porque una había entrado a trabajar como becaria a la cárcel con los estudiantes que cursan la carrera en contexto de encierro y la otra, también, había ingresado al campo de investigación como voluntaria. Una vez allí, nos parecieron importantes los discursos que los internos tenían sobre las configuraciones y las imágenes sobre sí mismos y sobre la sociedad en cuanto a sujetos universitarios.
¿Por qué optaste por realizar la tesis de grado de a dos?
Fue una decisión de a dos. Justamente, yo había entrado como becaria y mi compañera como voluntaria y como ambas habíamos hecho un recorrido juntas desde primer año, un día charlando a la salida del penal pensamos lo interesante que sería trabajar con los discursos de los estudiantes en contexto de encierro. Primero pensamos en hacer una pieza comunicacional, un documental sobre la experiencia de estudiar y trabajar en la cárcel, pero después nos decidimos por una investigación del formato tradicional.
¿Qué obstáculos se les presentaron?
Al tratarse de una institución particular, los obstáculos fueron muchos porque allí hay elementos que no ingresan, como micrófonos, grabadoras, cámaras, entre otras cosas, salvo que haya un pedido especial para hacer un trabajo para alguna materia. Las requisas eran agotadoras, a veces esperábamos hasta 40 minutos para ingresar a dar clases.
¿Cómo fue tu experiencia al momento de trabajar con los estudiantes en contexto de encierro?
Fue la mejor experiencia laboral que tuve, pase por tantas instituciones, por varios trabajos, pero haber trabajado en el penal fue un crecimiento profesional y espiritual, los internos se merecen otra oportunidad, merecen ser aceptados socialmente. El cursado de la carrera les daba motivación, les daba color a sus días, les daba vida.
¿Alguna anécdota que nos puedas contar?
Sí, tengo muchas anécdotas, pero solo me referiré a una, siempre digo que ya me puedo morir feliz y tranquila porque hice un bien a la sociedad. Mi experiencia fue llevarles mucha literatura, a pesar de que tenía que trabajar con textos propios de la carrera de comunicaciones, yo no podía hacer a un lado mi formación de profesora y mi amor por la literatura. Leímos tantos cuentos, leímos El Lazarillo de Tormes y los chicos me agradecieron por haberles hecho conocer obra tan linda, había uno que siempre me decía “profesora que lindas cosas que nos trae para leer”. Yo creaba la Gran Ocasión, como dice Graciela montes, porque cuando uno está en un rol de docente debe acercar a los lectores y democratizar la lectura de literatura.
¿Tenés pensado seguir vinculada a la Facultad de alguna manera?
Sí porque me adscribo a las cátedras de primer año para colaborar con los ingresantes, también trabajamos con otros adscriptos en el dictado de distintos talleres de lectura y escritura.
¿Cuáles son tus planes a futuro?
A futuro me gustaría de lleno dedicarme a las comunicaciones, integrando los saberes adquiridos, relacionar los medios y mi gran pasión, la literatura. Actualmente, me estoy formando en guión audiovisual.
¿Qué cambios propondrías para mejorar la carrera?
Los cambios están relacionados a cuestiones económicas y del aumento del plantel docente para que las comisiones de los primeros años puedan trabajar de manera más personalizada con los estudiantes, no me parece saludable que cátedras de dos o tres profesores tengan que hacer el seguimiento de casi 500 alumnos.
¿Qué consejo les darías a los chicos que cursan la carrera actualmente?
El consejo que les daría es que lean de todo un poco, que acumulen conocimiento, que si pueden hacer cursos de escritura, de gramática o lingüística lo hagan, porque detrás de una producción escrita hay una identidad y la base de un comunicador está en el uso del lenguaje.
Silvia Mendoza es profesora de Letras y en marzo defendió su tesis de grado de la carrera de Licenciatura en Ciencias de la Comunicación; junto a su compañera y amiga Carolina Méndez.
Silvia Mendoza defendió su tesis de Grado “Las voces tras las rejas. Aportes de la Teoría de la Enunciación para el análisis de los discursos de los estudiantes de Ciencias de la Comunicación (UNSa) en contexto de encierro” el 20 de marzo pasado. El trabajo final se realizó bajo la dirección de la Mg. Paula Andrea Cruz.
Silvia decidió realizar su trabajo final de grado junto a su mejor amiga Carolina Méndez con la que ingreso a la carrera en 2007. Juntas iniciaron con su trabajo de investigación en 2011 y después de varios años de arduo trabajo consiguieron su título de grado.
La nueva licenciada, Silvia Mendoza, accedió a una entrevista con BoletinCom para contarnos sobre su paso por la universidad pública y la cárcel como su objeto de investigación; sus planes a futuro y lo que piensa acerca de la carrera.
¿Qué expectativas tenías sobre la carrera cuando empezaste?
Estaba feliz porque me había enterado de que dictaban la carrera de Comunicaciones en la universidad pública y me anoté porque me encantan los medios gráficos y audiovisuales.
Durante la cursada ¿Se cumplieron esas expectativas?
Sí, me gustó porque había una carga importante de materias relacionadas a las ciencias del lenguaje y a la semiótica.
¿Qué fue lo que más y lo que menos te gustó del paso por la Universidad?
Lo que más me gustó fue haber conocido a grandes personas, por ejemplo, a mi compañera de tesis, me gustaba tomar mate y sentarme a analizar y a discutir textos, películas, trabajar en equipo, entre otras cosas. Lo que menos me gustó fue haberme demorado tanto para finalizar la tesis.
¿Cómo elegiste tu tema y director?
El tema surgió porque una había entrado a trabajar como becaria a la cárcel con los estudiantes que cursan la carrera en contexto de encierro y la otra, también, había ingresado al campo de investigación como voluntaria. Una vez allí, nos parecieron importantes los discursos que los internos tenían sobre las configuraciones y las imágenes sobre sí mismos y sobre la sociedad en cuanto a sujetos universitarios.
¿Por qué optaste por realizar la tesis de grado de a dos?
Fue una decisión de a dos. Justamente, yo había entrado como becaria y mi compañera como voluntaria y como ambas habíamos hecho un recorrido juntas desde primer año, un día charlando a la salida del penal pensamos lo interesante que sería trabajar con los discursos de los estudiantes en contexto de encierro. Primero pensamos en hacer una pieza comunicacional, un documental sobre la experiencia de estudiar y trabajar en la cárcel, pero después nos decidimos por una investigación del formato tradicional.
¿Qué obstáculos se les presentaron?
Al tratarse de una institución particular, los obstáculos fueron muchos porque allí hay elementos que no ingresan, como micrófonos, grabadoras, cámaras, entre otras cosas, salvo que haya un pedido especial para hacer un trabajo para alguna materia. Las requisas eran agotadoras, a veces esperábamos hasta 40 minutos para ingresar a dar clases.
¿Cómo fue tu experiencia al momento de trabajar con los estudiantes en contexto de encierro?
Fue la mejor experiencia laboral que tuve, pase por tantas instituciones, por varios trabajos, pero haber trabajado en el penal fue un crecimiento profesional y espiritual, los internos se merecen otra oportunidad, merecen ser aceptados socialmente. El cursado de la carrera les daba motivación, les daba color a sus días, les daba vida.
¿Alguna anécdota que nos puedas contar?
Sí, tengo muchas anécdotas, pero solo me referiré a una, siempre digo que ya me puedo morir feliz y tranquila porque hice un bien a la sociedad. Mi experiencia fue llevarles mucha literatura, a pesar de que tenía que trabajar con textos propios de la carrera de comunicaciones, yo no podía hacer a un lado mi formación de profesora y mi amor por la literatura. Leímos tantos cuentos, leímos El Lazarillo de Tormes y los chicos me agradecieron por haberles hecho conocer obra tan linda, había uno que siempre me decía “profesora que lindas cosas que nos trae para leer”. Yo creaba la Gran Ocasión, como dice Graciela montes, porque cuando uno está en un rol de docente debe acercar a los lectores y democratizar la lectura de literatura.
¿Tenés pensado seguir vinculada a la Facultad de alguna manera?
Sí porque me adscribo a las cátedras de primer año para colaborar con los ingresantes, también trabajamos con otros adscriptos en el dictado de distintos talleres de lectura y escritura.
¿Cuáles son tus planes a futuro?
A futuro me gustaría de lleno dedicarme a las comunicaciones, integrando los saberes adquiridos, relacionar los medios y mi gran pasión, la literatura. Actualmente, me estoy formando en guión audiovisual.
¿Qué cambios propondrías para mejorar la carrera?
Los cambios están relacionados a cuestiones económicas y del aumento del plantel docente para que las comisiones de los primeros años puedan trabajar de manera más personalizada con los estudiantes, no me parece saludable que cátedras de dos o tres profesores tengan que hacer el seguimiento de casi 500 alumnos.
¿Qué consejo les darías a los chicos que cursan la carrera actualmente?
El consejo que les daría es que lean de todo un poco, que acumulen conocimiento, que si pueden hacer cursos de escritura, de gramática o lingüística lo hagan, porque detrás de una producción escrita hay una identidad y la base de un comunicador está en el uso del lenguaje.
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