Paula Lichtenstein es estudiante de tercer año de la carrera de Ciencias de la Comunicación, pero además estudia el profesorado de teatro, que es lo que más le apasiona desde niña. Actualmente la actriz de 22 años quien participa de la obra “Mi mujer es el plomero” tiene sus metas puestas en terminar la carrera y dedicarse por mucho tiempo más al teatro.
Por Nancy Alvarez
“Cuti”, como la llaman sus amigos, ingresó a la carrera de comunicaciones a los 19 años, después de una experiencia no muy exitosa en la carrera de Licenciatura en arte dramático en Tucumán. Lo que más le gustó de comunicación es la importancia de aprender a comunicarse y el saber expresarse de la manera más adecuada. Paula no puede apartarse de su faceta de actriz y confiesa: “soy actriz, me gusta llamar la atención de manera saludable”. Es por eso, que para ella, tener materias audiovisuales como radio y televisión le permiten mantener esa peculiaridad propia de una actriz.
Paralelamente a la carrera, es apasionada por el teatro desde los ocho años, cuando una amiga la invitó a participar de una obra. Al principio ella se negó pero “fui y me enamoré”, nos comenta. Desde entonces empezó a perfeccionarse haciendo cursos de circo, mimo, de técnicas y actuaciones escénicas. Viajó, actuó en diferentes obras, hizo diferentes personajes. Participó de la Fiesta provincial y nacional del teatro. La obra “Mi mujer es el plomero”, de la que ella participa, fue nominada y premiada por los premios Victoria.
Paula define al teatro como “una manera hermosa de expresión. El teatro es para todos y es todos. Tanto el espectador como el actor, lo disfrutan totalmente”. Para ella el teatro es una manera de salir de nuestro propio mundo e instalarnos en el mundo de cada obra a partir del rol de cada actor y eso es lo que le fascina de esta arte, “Lo me más me gusta es la conexión con el público. El espectador deja su vida afuera, se aleja de la realidad, para meterse en la historia, que sabe que no es real, pero en ese momento te la creés. Esa es la magia del teatro”, asegura Paula.
Sin embargo, combinar los tiempos para el teatro y la universidad “es complicado, muy complicado”, confiesa Pau, con mucha sinceridad. Su rutina de lunes a viernes es estudiar a la mañana, por las tardes ensayar o trabajar, por las noches hacer el profesorado de teatro y los fines de semana actuar en las funciones. Sin embargo, la ayuda de sus compañeros y sus amigos fueron y son indispensables para cumplir con las dos cosas: “ellos se adaptan a mis tiempos”. Además, resalta la importancia del querer hacer, “si uno le busca la vuelta, se organiza y tiene la voluntad de terminar lo que empezó, si se puede”, asegura.
Este año Cuti espera terminar con algunas materias y seguir apostando al teatro por mucho más tiempo. Como participante del grupo de teatro “El derroche”, considera que es muy importante que haya un apoyo económico para los actores y las producciones de teatro de parte del gobierno, ya que muchos viven de y para la actuación. “Lo hacemos por amor al arte, pero estaría bueno también que te apoyen económicamente”, sostiene.
Paula, además de estudiar, sigue participando en la obra “Mi mujer es el plomero” del escritor Hugo Marcos, bajo la dirección de Petti Ruiz. La obra se presentará en sus dos últimas funciones, el 3 y el 4 de julio a las 21:30 en Belgrano 1349, sala Rafael Villagrán.
GRACIAS PAULA!!!!